(El Puente de Marionetas de Harry V.Tozer. Foto de Jesús M. Atienza)

Lunes 24 de Julio 9h, primer día:

tal como habíamos quedado con Anna Valls (directora del MAE ) puntualmente nos presentamos Juli Cecilia Lecroq, Vicente Martínez Andreu, Mario Solís Álvarez y quien firma estas líneas, Jesús M. Atienza, en el Institut del Teatre de  Barcelona.

La propuesta de Anna era que intentáramos recuperar el viejo teatro de marionetas de hilo del maestro Tozer que llevaba cerca de 40 años desmontado y guardado pacientemente en algún lugar de los sótanos del edificio, esperando que llegaran cuatro locos como nosotros para intentar montarlo.

Vicente, juli y Mario. Foto de Jesús M. Atienza

Con Anna llevábamos hablando del tema hacía más de un año y en el Taller de Marionetas de Pepe Otal había la gente idónea para entrar en lo que podía ser un  descabellado proyecto. Cuando lo propuse aceptaron ilusionados. Teníamos tres días para montarlo (si se podía, y uno para desmontarlo) etiquetarlo y documentarlo correctamente para poder volverlo a montar otra vez y trabajar en él cuando se decidiera.

El lugar que destinaron para que trabajásemos era un precioso taller de escenografía perfectamente equipado y luminoso.

Allí en el suelo se encontraban una serie de paquetes y envoltorios donde en teoría se encontraba el teatro de Tozer.

Comenzamos a abrir paquetes que estaban perfectamente etiquetados con caracteres que nos sonaban a chino, lógicamente no teníamos ningún plano de cómo se tenían que montar las piezas y a qué obedecían dichos caracteres.

Foto de Jesús M. Atienza

Durante unas dos horas nos perdimos entre los elementos que desempaquetábamos sin entender nada. No podíamos encontrar ninguna lógica en las piezas que teníamos distribuidas por el suelo.

Allí salió a relucir la complejidad creadora de Tozer. Aquello que teníamos allí NO era un simple teatrito de marionetas. Era el complejo teatro de marionetas de hilo de dos puentes que el maestro perfeccionó como solo él podía hacerlo. Era la hora de tomar un café  y pensar qué camino podíamos tomar, en ese tiempo Juli se dedicó a buscar en las redes si había algo publicado donde saliera el teatro.

Juli encontró unas fotos preciosas del teatro en el Salón del Tinell de una actuación de 1975 donde, aunque no se veía muy claro, podíamos intuir cómo se podía montar la estructura más simple del teatro.

Foto de Jesús M. Atienza

A partir de estas pequeñas observaciones comenzamos a montar lo que podíamos del puzle y a anotar un listado de los “posibles tornillos“ que faltaban, al parecer todo se montaba con tornillos y palomitas.

Enseguida nos dimos cuenta de que faltaba una pasarela de manipulación (puente). El teatro tenía doble puente, en el que faltaba se manipulaba de pie y en el otro más alto situado enfrente, los manipuladores lo hacían sentados en unos cajones montados en una guía para poder mover los personajes por el escenario.

En medio de todo este trasiego y llenos de euforia, de pronto nos dimos cuenta que era como si el maestro estuviera allí y alguien nos fuera iluminando el oscuro camino que habíamos comenzado.

Así acabó el primer día

Martes 25 Segundo dia:

Montamos el puente alto y las bases para el escenario y el otro que no existía. Decidimos hacerlo igual que el primero y tomar todas las medidas. Vicente, como experto restaurador que es, se puso a serrar viguetas y tablones.

Foto de Jesús M. Atienza

También aprovechamos para encolar y clavar una escalera original de las cuatro que había y un frontal de la parte de abajo del escenario.

Recibimos una gran ayuda de Wilma, la responsable del taller que acudía a vernos cada vez que podía para ver lo enloquecidos que estábamos con el tema y los progresos que hacíamos, gracias a todas las herramientas y sierras que ella nos facilitaba.

Entre nosotros comentábamos que el maestro nos estaba guiando, porque si estaba en algún sitio, era allí donde se tenía que encontrar, con su teatro y los cuatro locos que lo estaban montando.

Foto de Jesús M. Atienza

Decido llamar a Teresa Travieso que fue la ayudante de Tozer durante más de 17 años para que vea los progresos que vamos haciendo y por si se le ocurre algo que aclare nuestras dudas (Mario se está obsesionando con un travesaño del puente trasero que se monta en diagonal y que es diferente a los demás).

Miércoles 27. Tercer día:

Se pinta el nuevo puente, lo hemos dejado encolado a pesar de ir sujeto con sargentos para que quede mas seguro.

Llega Teresa Travieso, en seguida Juli se pone hacerle preguntas sobre el puzle en que llevamos trabajando tres días. Nos aclara cosas como los frontales, las bambalinas y la forma de poner los telones. También nos dice que cuando se desmontó, el puente se guardó en una caja de herramientas y tornillos para montarlo. Caja que no hemos encontrado.

Foto de Jesús M. Atienza

Nos despeja la obsesión o la rareza del travesaño que tiene a Mario tan cruzado como lo está la madera.

Acabamos de montar la parte de arriba y decidimos dejarlo listo para desmontar y guardarlo todo hasta que se decida utilizarlo.

Jueves 28. Desmontaje. Cuarto día:

Numeramos y fotografiamos todas las piezas y, poco a poco, el puente se va convirtiendo en maderas empaquetadas en plástico.

Han sido cuatro días de un intenso trabajo de cuatro personas que no han dudado ni un momento, que lo han hecho con pasión y entrega.

Foto de Jesús M. Atienza

Dos semanas antes le comuniqué a Santi Arnal, alumno de Tozer, que íbamos a intentar recuperar el puente del maestro. Enseguida me dijo: al final lo vas a conseguir.  A lo cual yo le contesté ¡Qué dices! El me respondió. Hombre, yo tengo un video en el que tu le dices a Tozer que un día volverías a montar su teatro. Búscamelo, solo le pude decir.

Foto de Jesús M. Atienza

Solo me queda agradecer Anna Valls su confianza en nosotros y a los compañeros del Taller por su trabajo, su fe y su humor. ¡GRACIAS!