La actual situación de parada y restricciones motivada por el COVID-19 ha obligado a las compañías de títeres y de teatro en general a hacer de tripas corazón y a lanzarse al ruedo con nuevos proyectos creativos, afín de vencer las negras nubes de la crisis. Tal es el caso de La Estrella, la histórica compañía de teatro de marionetas de Valencia, que acaba de estrenar Les Magnificus, una obra escrita por David Fariza y dirigida por Claudio Hochman. Firman los títeres y la escenografía Maite Miralles, David Fariza y Sandrine Costa. Una producción del Teatro La Estrella con la colaboración del Ayuntamiento de Valencia y el Institut Valencià de Cultura.

David Fariza con los dos leones

Ambientada en la Roma Antigua, Les Magnificus nos habla de una compañía de titiriteros y saltimbanquis que cruza las distintas geografías del planeta mientras a la vez atraviesa los siglos desde la época romana hasta nuestros días. Cuenta para ello con unos ingredientes que han sido cocinados por inmejorables manos. De entrada, la sabia dirección de escena del director Claudio Hochman, gran conocedor de los ritmos y tiempos teatrales, y ducho en orientar la labor interpretativa de los actores marionetistas. Y, por el otro lado, la maestría de Maite Miralles, creadora plástica que, con sus cuidadas escenografías y acabados, ha conseguido esta estética entre popular y surrealista tan característica de La Estrella.

Dos títeres de ‘Les Magnificus’.

En lo que respecta a la interpretación, David Fariza ha afinado en esta obra con altas dosis de síntesis y una estudiada contención en sus labores de actor-marionetista, mientras Sandrine Costa se estrena como titiritera actuando desde la parte oculta del retablo.

El resultado es una obra realmente muy lograda, con un acabado y un ritmo impecables. Hay que decir que David Fariza ha escrito un texto magnífico, en el que ha sabido combinar el trabajo de actor-clown que es una de las constantes de la compañía, con el títere de guante tradicional de cachiporra, y unas marionetas de varilla que se inspiran en los famosos Bonecos de Santo Aleixo. Hay que sumar al conjunto las dos marionetas de marotte o de boca, como las llaman en Argentina, que permiten a Fariza mostrar sus dotes extraordinarias de lo que podríamos denominar ‘ventriloquía-titiritera’, al darles voz simultáneamente a la propia suya como actor frente al público.  

Imagen del cuento del burro.

El ardid de la procedencia romana permite que el argumento de la obra se imbrique en el presente tan titiritero de unos actores que se buscan la vida y que al parecer quieren vender su teatro para sobrevivir en estos tiempos de crisis. Una pretensión muy bien interpretada por David Fariza, que no consigue sus propósitos gracias a la oposición de la abuela y luego del padre fallecido del titiritero, al que las dotes mágicas de Cascolina invocan en el escenario. El resultado de todo ello es una preciosa conjunción de empeños y situaciones que cruzan transversalmente el argumento, a los actores y a la misma compañía, vertebrando y enraizando la obra en un terreno de referencias verdaderas y personales, en una toma de tierra que es muy difícil conseguir en los espectáculos de títeres.

David Fariza con la abuela Cascolina.

Les Magnificus es también una obra que, aparte del gag feminista de las intervenciones de Cascolina, una divertida burla a esta manía en doblar siempre los nombres en sus acepciones masculina y femenina, se desgaja de la inevitable corrección política hoy en boga, para dirigir sus chanzas y sus juegos tanto a los adultos como a los niños, como en la divertida escena de la bacanal romana.

David Fariza con el personaje del padre.

A niveles técnicos, el uso de los títeres de cachiporra está muy bien logrado, con los ingredientes rítmicos de rigor y con la elegancia de unos desenlaces que no buscan el atropello sino el humor y el estallido festivo y amoroso. Igualmente, las escenas de baile de los bonecos de varilla, homenaje a los de Santo Aleixo que la compañía tan bien conoce, elevan el espectáculo a unos niveles preciosos de alegría y de alborozo chispeante. En este sentido, cabe destacar el buen hacer de Sandrine Costa que se estrena en esas labores, con un dominio excelente de la manipulación, que ha sabido ponerse a la par del ya veterano y ducho manipulador David Fariza, algo que no es tan sencillo. En cuanto a Fariza, su dominio ya citado de las voces se instituye como uno de los puntales de la obra, denotando una práctica que solo se consigue con muchos años de oficio, más el aprendizaje con maestros en estas artes como lo han sido sus padres.

Sandrine Costa y David Fariza, en los saludos.

Una producción que bien podríamos llamar hispano-lusa, no solo por sus citas estilísticas a los bonecos e incluso a los robertos en los títeres de guante, sino también por la nacionalidad portuguesa de Sandrine Costa y por el hecho de que sus ensayos hayan tenido lugar en Portugal, donde también vive el director Hochman.

Por todo ello, auguramos a Les Magnificus, en esta nueva etapa de La Estrella, tras el fallecimiento de su director-fundador Gabi Fariza, una larga carrera por los distintos escenarios peninsulares.

El XVI Festival Amigos Titiriteros

Ya hace años que La Estrella organiza este entrañable festival en su sala del Cabanyal (también en la otra sala de la compañía, La Petxina, tenían lugar las representaciones, sala hoy cerrada por obvias razones logísticas y económicas a causa de las restricciones del COVID-19). Se trata en realidad de una programación alargada en el tiempo,un ciclo que empezó su andadura en esta edición décimo-sexta el mes de octubre de 2020, y que dura hasta el mes de marzo de 2021.

Teatro La Estrella del Cabanyal.

La razón de su título es que se trata de un ciclo en el que La Estrella invita a actuar a sus amigos titiriteros. Si tenemos en cuenta los años de la compañía, se entiende que en el apartado de los llamados amigos estén si no todos, sí una buena parte de los titiriteros y las compañías del país.

Apuntamos a continuación el programa de la presente edición. Para más información detallada, consulten la página https://teatrolaestrella.com/

Octubre 2020:

– “Gloria, cien gatos y un ratón”, Cía. Francis Zafrilla (Espectáculo estrenado en la Sala Cabanyal el 9 de Octubre)

– “Todos sus patitos”, Cía. Baychimo Teatro

– “Monstruo Naranja”, Cía. El Retablo de la Ventana

Noviembre 2020:

– “Maricastaña”, Cía. Titiriteros de Binéfar.

Diciembre 2020:

– “Blancanieves”, Cía. Tropos Teatro

Enero 2021:

– “Un trocito de Luna”, Cía. A la Sombrita

– “¡Qué viene el lobo!”, Cía. Kamante Teatro

Febrero 2021:

– “Una poma, un pomer”, Cía. De Paper

– “El hombre que plantaba árboles”, Cía. Victor Biau

– “La boda de la pulga y el piojo”,  Cía. La Gotera de Lazotea

Marzo 2021:

– “Güe-güe”, Cía. Títeres Cachirulo