La Conferencia del Futurismo (The Futurism Conference) trataba sobre el futuro del arte de los títeres y es indudable que a mi padre le importaba ese futuro de los títeres. Siempre le interesaba lo nuevo – las ideas, las técnicas que se usaban, la tecnología, los nuevos titiriteros, las nuevas direcciones de desarrollo. Pero también sabía que el núcleo mismo de toda buena función de títeres son dos elementos fundamentales e imprescindibles: una mano humana y un corazón humano. La mano humana—la herramienta más extraordinaria que existe. El corazón humano—un lago profundo e infinito de emociones. La mano del titiritero, a través de la manipulación, da vida al títere, pero lo que le proporciona una alma y que lo conecta con su historia es el corazón del titiritero. La acción de dar vida a un títere es una acción generosa. Requiere atención enfocada y habilidad y, para crear la ilusión de la vida, también una clase de empatía que linda con el amor.

Los títeres han existido a lo largo de la historia humana y seguirán existiendo. ¿Por qué, entonces, nos preocupa el futuro de esta profesión? ¿La tecnología acabará ocupando el lugar del ser humano detrás del títere? ¿El público seguirá yendo a ver los títeres en el teatro? ¿Qué podemos hacer los titiriteros para ser mejores defensores de nuestra arte? Estos son algunos de las preguntas que nos hacemos.

Jim y Jane Henson, con los muñecos de Sam and Friends, 1960. Foto Del Ankers.

La ilusión de la vida en sí no es suficiente para enganchar a un público durante mucho rato. El personaje, la historia, el diseño; el sonido, las luces, la música; el sentido del humor, las ocurrencias, el lenguaje; la emoción, el mensaje, el significado; son necesarias tantas cosas para hacer un buen espectáculo. Incluso así, ¿por qué le tiene que interesar a un público la experiencia de gastar su tiempo dentro de la imaginación creativa de otra persona? El buen teatro de títeres tiene que ser buen teatro, además de un buen manejo de los títeres.

A veces, incluso un buen espectáculo de títeres es menospreciado por los críticos. Se reconoce una obra de títeres excelente a un nivel inconsciente. Requiere una suspensión de la incredulidad y puede ser difícil acceder a ella al mismo tiempo que se ejerce el pensamiento crítico. Demasiado a menudo se piensa que hacer títeres es solamente una cuestión de entretenimiento para niños. Nosotros creemos que el público y los críticos necesitan ver más trabajo de títeres bueno. Si están expuestos a más y a mejor teatro de títeres, un teatro que les toca a nivel personal, entonces llegarán a abrazar el teatro de títeres como una forma de arte.

Jim Henson con Albrecht Roser, en  1980.

¿Por qué ello importa? Nos importa a nosotros. Nosotros hacemos que sea importante. Debemos ser defensores de los títeres. Respeta al buen hacer de tu arte, respeta a tu arte. Los titiriteros deberían tomar los títeres en serio, como su profesión y como una forma de arte. Él lo dijo sin pretensiones, con sentido del humor, y luego trabajó duro e hizo su parte por realizarlo. Jim era presidente de Puppeteers of America de 1962 a 1963 cuando tenía sólo 26 años. Llevó a cabo una campaña para abrir una sede de UNIMA aquí en EEUU. Desempeñó el papel de Presidente de UNIMA-EEUU desde sus inicios en 1966 hasta 1980, y legalizó el organismo en 1979. Junto a  Nancy Staub y otros, trajo el festival de UNIMA del año 1980 a Washington, D.C. y se encargó de muchos de sus costes para asegurar que fuera un evento espectacular. En 1982, fundó la Fundación Jim Henson para dar apoyo a titiriteros norteamericanos que trabajaban, cada uno de ellos, en su estilo propio y único. En 1984, produjo una serie de programas especiales para la televisión, titulada “Jim Henson Presents”: cada programa ofrecía seis de los mejores titiriteros solistas de su tiempo. Mi padre participaba en festivales y conferencias de títeres. Mantuvo  contacto con titiriteros alrededor del mundo. Trabajaba para construir esta comunidad y para traer la atención a esta forma de arte.

Jim murió unas pocas semanas antes de que la Futurism Conference tuviera lugar en 1990. Estaba muy ocupado en aquel momento. Tenía muchos proyectos entre manos y atendía unas cuestiones de negocios. Estaba bajo presión pero estoy segura que le hubiera encantado estar allí. En el informe final de la Futurism Conference de 1990, Nancy Staub escribe sobre el liderazgo de Jim y las origines de la conferencia:

‘Imaginar el futuro es un ejercicio importantísimo para poder lograr el éxito. En 1975, Jim Henson, Presidente de UNIMA-EEUU, invitó a los titiriteros a encontrarse, sin sus títeres, en el Instituto de las Artes de Detroit (Detroit Institute of Arts) para compartir sus sueños y hacer planes para hacer realidad una pequeña parte de ellos. Alrededor de cincuenta personas pasaron juntos un fin de semana que generó una ola de actividades que incluía el Festival Mundial de Títeres (World Puppetry Festival) de 1980, la exposición nacional en gira “Títeres: arte y entretenimiento”

(Puppets: Art and Entertainment), y el programa especial PBS “¡Vienen los títeres!” (Here Come the Puppets). UNIMA estableció sus Menciones de Excelencia para otorgar reconocimiento a los artistas de títeres, y el Fondo de Titiriteros de EEUU (Puppeteers of America Endowment Fund) y la Fundación Henson (Henson Foundation) para donar ayudas económicas. Jim Henson dio un apoyo entusiasta a esta nueva conferencia y tuvo la intención de participar en ella.’

A veces es importante crear un espacio para pensar con claridad sobre la dirección que quieres tomar. Salir de las prisas y las aglomeraciones necesarias para producir el próximo espectáculo, cubrir los costes de mantenimiento, cumplir con la próxima fecha límite; salir de la presión de actuar, de entretener, de ser un titiritero, salir del día a día para poder mirar todo desde un punto de vista más amplio e imaginar adónde quieres que las cosas vayan. Aquel ojo de pájaro, la perspectiva más amplia, eso es lo que Jim buscaba y animaba a los demás a encontrar. Le hubiera encantado aquel diálogo.

Jim Henson con el productor George Lucas en el rodaje de Labyrinth, 1986.

Fue mi madre quién acudió aquel año a la conferencia. Escribe Nancy:

‘Jane Henson estableció el tono del encuentro al describir la abrumadora respuesta que la muerte de Jim provocaba. Miles y miles de cartas llegaban a raudales de todas partes del mundo y expresaban un sentido profundo de pérdida y de amor. Incluso, un homenaje a Jim Henson -títiritero- fue leído en el Congressional Record of the United States. Jim siempre esperaba hacer que algo sobre la tierra cambiase gracias a sus creaciones, e indudablemente así fue.’

Mi madre, desde hace mucho tiempo, amaba a los títeres y a los titiriteros jóvenes. Mis padres fundaron los Muppets (los Teleñecos) juntos. Formaron una pareja de titiriteros durante años antes de casarse, y ambos diseñaron y construyeron los títeres, en equipo. El sentido del humor de ella era valiente y anárquico. Era una artista excelente y solía reírse a pleno pulmón. Mis padres se complementaban bien, y durante muchos años formaron un buen equipo. Después de separarse, el interés de mi madre por los títeres nunca declinó. Continuaba yendo a festivales y conferencias, instruyendo a nuevos titiriteros para los Muppets, e interesándose por descubrir nuevos talentos. Estaba en el Consejo de la Fundación Henson, a nuestro lado, y participaba en analizar y seleccionar a los beneficiarios de becas. Se implicó mucho en la creación de la Conferencia Nacional de Títeres en el O’Neill Theater Center, que empezó el mismo verano de la ‘Futurism Conference’. Fue importante para mi madre mantener la presencia de los títeres en el O’Neill Center. Crear un espacio seguro para la experimentación y para la creación de trabajos nuevos, un espacio que tanto nutría a los titiriteros como les retaba a postularse como artistas; de ese mundo quería formar parte.

Ir a festivales de títeres con mis padres, visitar a titiriteros y ver espectáculos, era una parte ineludible de mi infancia. Crecí yendo a festivales de títeres con mis padres, conociendo a titiriteros y gozando de los espectáculos. Y aunque yo construía títeres en el taller Henson y trabajé un poco como titiritera, siempre me interesó más el trabajo de otros que crear mi propia obra. Fue en la edición de 1989 del Puppeteers of America Festival que vi a Enno Podehl con su espectáculo Hermann por primera vez. Era un espectáculo pequeño, unipersonal  sobre un hombre, un hombre sencillo, un hombre común, que ama pero que es incapaz de luchar por su amor. Un hombre con tristezas y pesares. Cocina un huevo de verdad. Ve a su amor enviada a las cámaras de gas. Enno recuerda la primera vez que dio vida a un títere. Estaba en un carruaje cuando salía con su madre en búsqueda de comida en los escombros de su ciudad destrozada por las bombas. Un soldado tomó piedad de ellos y dio a su madre un conejo que había matado de un disparo. Lo escondió con el niño en el carruaje. Él le cogió la cabeza con una mano y la pata con la otra y los movía como si el animal estuviera vivo. El pellejo cálido y sedoso entre sus dedos. El conejo cobró vida en sus manos y Enno fue titiritero (luego volvieron a casa y se lo comieron). Yo quería que más personas pudieron ver a Hermann. Empecé a hablar con mi padre sobre la idea de producir un festival en Nueva York para ofrecer una plataforma al mejor teatro de títeres del mundo. Resultó que Nancy Staub se había dirigido a mi padre con un concepto parecido, y así nació el Henson International Festival.

Aunque mi padre murió el año después del festival M.I.T., trabajé con Nancy y luego con Leslee Asch para traer cinco festivales a Nueva York. Juntos, trajimos más de 120 compañías de 31 países a 13 escenarios durante más de una década. Creímos que podríamos cambiar la percepción sobre los títeres al mostrar al mundo lo grande que puede ser el arte de los títeres. Contratamos tanto a creadores titiriteros como a críticos. Organizamos simposios sobre el Teatro de Títeres, involucramos a inversores y a críticos para destacar lo que hace especial el teatro de títeres. La mayoría de los espectáculos eran para adultos ya que queríamos que esta forma de arte se tomara en serio por los adultos. Tanto Nancy como Leslee participaban activamente en la Futurism Conference y fueron un vínculo entre el pensamiento de la conferencia y nuestro festival.

Jim Henson.

La visión de Jim para el futuro de los títeres sobrevive gracias a la Fundación Jim Henson (Jim Henson Foundation), a La Compañía Jim Henson (The Jim Henson Company) y al Legado de Jim Henson (The Jim Henson Legacy). La Fundación, de la cual soy presidenta, continúa con su trabajo de apoyar el desarrollo del teatro de títeres contemporáneo e innovador. Desde 1982, hemos otorgado más de 700 becas para apoyar el trabajo de más de 300 artistas. La Compañía Jim Henson continua a honrar el amor de Jim para los títeres. Su fascinación con la tecnología lo llevó a crear el estudio Henson Digital Puppetry Studio, que capta los movimientos de la mano y del cuerpo de un titiritero para después traducirlos en un personaje generado por ordenador, lo que convierte el teatro de títeres en animación. El Legado Jim Henson lleva su trabajo a un público más amplio a través de proyecciones, exposiciones y charlas. A finales de 2015, esperamos celebrar la culminación del trabajo del Legado con la abertura de unas exposiciones permanentes en el Center for Puppetry Arts de Atlanta y en el Museum of the Moving Image de Queens, Nueva York y, más tarde, con una exposición importante en el National Museum of American History en el Smithsonian Institution en 2017. Nos hace muy felices saber que el trabajo de Jim seguirá vivo a través de estas exposiciones, a través de las nuevas producciones de The Jim Henson Company y a través de las becas dadas por The Jim Henson Foundation. Por otra parte, el amor de mi madre por esta arte se celebra todavía en la National Puppetry Conference del O’Neill Theater Center, con la abertura de la Sala de Ensayos Henson (Henson Rehearsal Hall) y la presentación de una Residencia Anual Henson para un trabajo nuevo de teatro de títeres.

La visión de mi padre sigue viva de tantas maneras. En nuestra familia, sobrevive en la obra IBEX de mi hermana Heather, el Puppet Slam Network y Hand Made Puppet Dreams; en la obra de títeres improvisada “Puppet Up—Uncensored” de mi hermano Brian y tantas producciones suyas, y en el liderazgo de mi hermana Lisa de The Jim Henson Company y su apoyo al trabajo de todos nosotros. (Lamentamos, por otro lado, la muerte de mi hermano John que fue, a su vez, titiritero, artista y padre). La visión de mi padre sobrevive en la dedicación de su colaboradora de tantos años, Bonnie Erikson, a las exposiciones del Legado, y en la de Karen Falk a los archivos Henson. Sigue vivo en los titiriteros y constructores de los Teleñecos (The Muppets) que mantienen vivos a sus personajes y en los beneficiarios de las becas de la Fundación quienes crean sus propios y únicos estilos de títeres. Sigue vivo en el Center for Puppetry Arts donde tantos de sus títeres estarán expuestos y donde cada día se crea un nuevo teatro de títeres. Vive en todas las personas que se han juntado para hacer de UNIMA-USA una comunidad vital, porque UNIMA fue importante para mi padre.

La visión que mi padre tenía para el futuro de los títeres está sana y salva en el trabajo de tantísimas personas porque nunca fue la visión sólo de él; siempre fue una visión compartida con los demás.

Cheryl Henson
(Presidente de la Henson Foundation desde 1992.)

[traducido del inglés al castellano por Rebecca Simpson]