Llegué a la redacción de Titeresante dispuesto a empezar el año y me encontré con el último número, el 17, de la revista Fantoche que edita Unima Federación España. Se trata de la edición correspondiente a 2023, que aún no había podido atender, y pensé que empezar el año con su lectura sería un buen modo de ponerme al día.
Debo decir que quedé impresionado por la abertura que denota su índice de contenidos. Creo que los responsables de Fantoche han encontrado un modelo de revista cada vez más interesante, por el acierto en encontrar contenidos capaces de sorprender al lector interesado en estos temas, sin cargarlos de tecnicismos, sin pretensiones excesivas de altos vuelos, y reflejando una realidad variopinta del sector, con participación de personas que tratan asuntos relativos a los títeres desde posiciones distantes y lejanas.
Voy a comentar algunos de estos contenidos, sin hacer un repaso exhaustivo de los mismos para no cansar al lector, animándole a comprar un ejemplar o bien a descargarse el pdf ( clicando aquí), pues lo mejor es ir directo a las fuentes para gozarlas de verdad.
Las 3 Unimas: Italia, Francia y España, y la preocupación medioambiental
Arranca el número con un texto de la activa Unima Italia, que el proyecto llamado de las 3 Unimas (Italia, Francia y España) ha puesto en circulación, afín de buscar temas comunes en los que poder establecer colaboraciones futuras. Se trata de una reflexión sobre la emergencia ambiental que vivimos, que los italianos han titulado Nosotros también estamos involucrados.
Francesca Cecconi, una de las redactoras del texto de UNIMA Italia, frente al Escorial. Foto Facebook Francesca Cecconi
En ella se plantea cómo los titiriteros podemos actuar en este momento de crisis y de cambio de paradigmas, desde la modestia de nuestros propios modos de producción, distribución, etc. Un texto importante para los que quieren comprometerse con los retos de la nueva época que se avecina.
Sise Fabra
Adolfo Ayuso, uno de los motores más notorios de la revista, dedica unas páginas y unas bellas imágenes a la titiritera que nos dejó recientemente, Sise Fabra, de la compañía valenciana Los Duendes. Con el lenguaje fresco y garboso que suele emplear el de Zaragoza, se nos habla de alguien que tanto se involucró no solo en sus producciones sino en potenciar la presencia femenina en el teatro de títeres, una doble actividad militante que siempre desarrolló con entusiasmo y toneladas de generosidad.
Fotografías de Sise Fabra. Extraídas del artículo de Fantoche nº 17
Las cinco muestras de fotografías de las que gustaba hacer en casa, ilustran muy bien su personalidad alegre, creativa y sorprendente. Un texto que habrá gustado mucho al espíritu de Sise, hállese donde se halle, así como a su compañero de vida y títeres Alberto Cebreiro, siempre al pie del cañón.
Steven Ritz-Barr
Llega a continuación una entrevista publicada en inglés y español de Esther Fernández al titiritero y cineasta norteamericano Steven Ritz-Barr, un testimonio muy franco de alguien que ha conocido todos los resortes de las artes titiriteras, en Europa y América, y que finalmente se especializó en producir películas sobre algunos de los textos clásicos de la Literatura Universal, proyecto que él tituló Classics in Miniature. Algunos títulos de esta serie de filmes son Fausto (2008), Quixote (2010), o La leyenda de Juana de Arco (2019), producción esta última que ha recibido varios galardones, tal como la Citación de excelencia de UNIMA en el Festival nacional de títeres.
Steven Ritz-´Barr. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Lo más interesante de la entrevista es mostrar el recorrido humano de alguien que en 1978 fue a París para empezar allí a interesarse por las artes de la figuración titiritera. Un recorrido honesto, vocacional y contumaz en pos de un modo propio de dedicarse al teatro de marionetas. Lo halló en el cine, cuando en 2008 tropezó con el joven cineasta Hoku Uchiyama, con el que empezó la aventura que terminó en Classics in Miniature. Vale la pena leer la entrevista, muy completa sobre la vida de Ritz-Barr, que nos habla de una generación fundamental en la consolidación de los géneros titiriteros en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Steven Ritz-´Barr. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Una persona, Steven Ritz-Barr, valiente, entrañable y excelente titiritero, que, según cuenta él mismo a Esther Fernández, va a instalarse próximamente en Alemania. Desde Titeresante, revista que Steven conoce bien (vean aquí), le deseamos suerte en su retorno a Europa.
Madame Coudray y su Máquina Textil para comadronas
El siguiente artículo, a cargo de Eulalia Domingo, es de estos que te sorprende y que ayuda a ampliar los límites de los mundos titiriteros, al hablar de La Máquina Textil de Madame Coudray. Lo ha titulado también Territorio híbrido entre Medicina y Títeres.
Madame Coudray. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
¿Quién era Madame Coudray? Su nombre completo es Angelique Margueritte Le Bousier du Coudray, y como nos indica la autora del artículo, puede considerarse la primera matrona que elabora un contenido educativo sobre el arte del parto para entrenar a las mujeres que ayudan a dar a la luz. Poca broma con Madame Coudray.
La Máquina Textil. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Son fascinantes las imágenes que muestra Fantoche de esta Máquina Textil, que realmente se acercan al mundo de la figuración teatral, y que, si tenemos en cuenta que Mme Coudray nació en 1714 y empezó a desarrollar sus modelos en 1759, se anticipa a los futuros modelos escultóricos que desde el siglo XIX se han utilizado para la enseñanza de la anatomía y del interior del cuerpo humano. Pero lo hace Madame Coudray no desde y para la teoría, sino para la práctica parturienta de las comadronas de su época, creando simulaciones que podríamos considerar una teatralización de la operaciones de extracción del bebé naciente.
La Máquina Textil. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Un estudio, el de Eulalia Domingo, fascinante, que sin duda maravillará por un igual a médicos y a titiriteros.
Juan Villa
Nos vamos adentrando en la centralidad de la revista, y topamos con un artículo precioso escrito por Nani de Julián, realizado en colaboración con Joaquín Hernández que firma las impactantes fotografías del reportaje. Su tema no es otro que entrar en el mundo de uno de los artistas titiriteros más fascinantes de los que hay en España, dedicado básicamente a nutrir con sus creaciones proyectos de cine y televisión. Si conocen el programa Cuarto Milenio de Iker Jiménez en la Cuatro, sabrán de quién y de lo que hablo: de Juan Villa y sus figuras extravagantes y sobrecogedoras.
Juan Villa. Foto de Nani de Julián. Extraída del artículo de Fantoche nº 17
Un desconocido para el mundo del teatro, pero un genio de los títeres que gustan reflejarse en los mundos desbordantes de los grandes mitos y de las fabulaciones alucinantes de películas de fantasía y ciencia ficción. Alguien que sintió el tirón del arte desde la niñez, como explica en el reportaje, y que ha creado con una tenacidad impresionante su propio taller de construcción, pero también un lugar de visita surreal y fantasmagórica, así como una exposición sobre su trabajo en el programa Cuarto Milenio verdaderamente deslumbrante.
Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Me ha gustado esta entrada en el universo de Juan Villa por las carreteras que conducen a Valladolid hasta llegar a la exquisita localidad de Cubillas de Santa Marta, de apenas unos 400 habitantes, donde el artista tiene su base de operaciones. Se agradece esta contextualización del genio titiritero en la geografía española que lo acoge, indicando las curiosas sorpresas que esperan al viajero que se deja llevar por el azar o por la búsqueda de sus pasiones particulares.
Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Imágenes de otros mundos nacidas y situadas en la Campiña del Pisuerga, este río que nace al norte de Palencia y que, tras cruzar Valladolid, se sacrifica al donar sus aguas al Duero, confirmando aquello de que el Pisuerga lleva el agua y el Duero la fama. En el reportaje de Nani de Julián, se nos habla de cómo Juan Villa empezó en 1998 abriendo su propio taller y de lo importante que fue entrar en el programa Cuarto Milenio, del que se ha convertido en una de sus piezas angulares. Las imágenes de la exposición que lleva el mismo título del programa son realmente impresionantes, y nos hablan de un artista refinado, dúctil y abierto a todo lo que la imaginación puede inventar. Un universo que hay que conocer y reivindicar por su extrema valía, y que las fotografías de Joaquín Hernández ilustran a la perfección.
Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Escritores republicanos con obras para títeres
La parte gorda de los contenidos culmina con esta nueva aportación de Adolfo Ayuso en uno de los temas que más ha estudiado este reconocido investigador de los títeres en España, el referente a la realidad titiritera del país en los años de la República antes y durante la contienda civil que va del 36 al 39, que nos hizo recular en la historia unos cuantos decenios.
Rafael Dieste. Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
Una época que, desde el punto de vista de nuestra profesión, está más ignorada que perdida. Ayuso lleva años desvelando unas ricas realidades hasta ahora ocultas, como ha hecho en las distintas exposiciones comisionadas y en multitud de artículos, hablando de autores la mayoría muy poco conocidos. Su objetivo es mostrar el buen nivel que entonces alcanzaron las múltiples y distintas experiencias titiriteras en la Península, con el fin de animar a las actuales generaciones a tomar el testigo que aquellos autores dejaron en el aire, al no haber manos que entonces lo recogieran.
Foto extraída del artículo de Fantoche nº 17
En este artículo titulado Obras para Títeres de los Escritores Republicanos, Ayuso se centra en algunos de los autores menos conocidos que escribieron desde el advenimiento de la República hasta el fin de la Guerra Civil. Citamos estos dos párrafos del artículo donde condensa el campo de su investigación:
Del espacio teatral al teatro de la guerra, un buen número de escritores pusieron en pie obras para teatro de títeres, tanto para adultos como para niños y niñas. Algunos muy conocidos, como García Lorca o Alberti, otros mucho más desconocidos, que son en los que me voy a centrar en este artículo: Rafael Dieste, César Arconada, Salvador Bartolozzi, Magda Donato, Concha Méndez, Elena Fortún, José Ricardo Morales o Eduardo Blanco Amor.
Bartolozzi con muñecos del Teatro Pinocho, 1929. Magda Donato, actriz en México. Imágenes extraídas de Fantoche nº 17
Todos ellos escritores y escritoras de prestigio y calidad contrastada que solo el largo silencio del franquismo ha mantenido alejados del conocimiento general. Cada uno de ellos requeriría un largo artículo, voy a limitarme a un breve comentario biográfico, con las sinopsis de las obras que escribieron para marionetas, mencionando en el texto sus ediciones.
Imagen extraída de Fantoche nº 17
Un regalo para los que se interesan por los títeres en estas épocas silenciadas por los años de Dictadura. Una temática que ha preocupado mucho a Ayuso, siendo quizás esta, junto con los trabajos sobre la Máquina Real coordinados por Francisco Javier Cornejo, algunos de los temas que la revista de Unima Federación España ha puesto con mayor contumacia sobre la mesa.
La guinda del pastel: el texto de Tomás Pombero El soldado y la caracola.
El Fantoche nº 17 nos tenía reservada una sorpresa, a modo de remate y broche de oro de esta edición que, como habrá comprobado el lector, ha salido con contenidos tan frescos y variopintos como atractivos: el texto de una pequeña obra teatral para títeres escrita por el sevillano Tomás Pombero, veterano titiritero creador de la compañía Desguace Teatro (ver aquí. En Titeresante, aquí).
Imagen extraída de Fantoche nº 17
Un texto que se lee de un tirón, sobrio y riquísimo a la vez, y que es de una actualidad contundente, un modo poético, profundo y muy titiritero de acercarse al tema de la guerra que hoy nos ocupa.
Con esta inquietante lectura, el visitante de Fantoche habrá colmado un espléndido paseo por el mundo de los títeres digno de ser recordado. No se lo pierdan.