(Claudia Contin Arlechino, durante el passacaglia en Pordenone para celebrar el Día Internacional de la Marioneta. Foto Ortoteatro)

Continuamos con esta crónica el relato del encuentro de UNIMA Italia que ha tenido lugar en la ciudad de Pordenone, en la región italiana del Friuli-Venezia-Giulia. Como decíamos en el anterior artículo (ver aquí), el motivo principal ha sido festejar el Día Mundial de la Marioneta 2022 a lo largo del fin de semana del 18 al 20 de marzo, una bonita excusa para tratar otros muchos temas y desarrollar un programa de actividades en el contexto de la Bienal Il Fantastico Mondo dei Burattini que organiza Ortoteatro.

Ya hablamos de la magna exposición People&Puppets y de algunos de los espectáculos vistos. Toca ahora centrarnos en los encuentros de la UNIMA Italia, así como en el homenaje que se hijo al gran maestro titiritero de Bolonia Romano Danielli, al que se nombró Socio Honorífico de UNIMA Italia. Igualmente hablaremos de su espectáculo Un Matrimonio da Matti, interpretado por la compañía L’Accademia della Sgadizza de Bolonia.

Finalmente, se explicará el encuentro en Pordenone de las UNIMAS de Italia, Francia y España, con ganas las tres de iniciar una colaboración que vaya más allá de sus respectivos horizontes nacionales.

Encuentros de UNIMA Italia

Ha sido muy interesante ser testigo del quehacer interno de UNIMA Italia y constatar el momento dulce en el que se encuentra, fruto de los cambios habidos hace dos años en su Consejo de Dirección, con la entrada de Alfonso Cipolla como presidente, Fabrizio Montecchi de secretario y Walter Broggini en la tesorería. Esta renovación ha tenido efectos casi inmediatos, siendo el principal el paulatino aumento de socios de modo que solo en el último año ha habido 58 nuevas incorporaciones, alcanzando en este momento la cifra de 216 socios.

Como suele ocurrir en estos casos, cabe explicar esta mutación por el sincero interés de la nueva dirección en convertir la asociación en algo vivo e importante para los titiriteros y para todos aquellos que se interesan por las artes de la marioneta. Un interés que en realidad es un compromiso por el desarrollo y el asentamiento de la profesión, en unos momentos tan sensibles como los actuales, inmersos en cambios sustanciales de la sociedad y en crisis descomunales, de las que la pandemia del COVID-19 ha sido y sigue siendo uno de sus principales exponentes.

Si en algo se parece la realidad italiana con la española es en la enorme diversidad de su tejido social y geográfico, con un norte más evolucionado en cuanto a los parámetros económicos e industriales, y un sur más despoblado, menos rico y más agrícola. Sin embargo, mientras en España esta diversidad se expresa políticamente a través de una acentuada descentralización del estado, convertido en el Estado de las Autonomías, en Italia la descentralización, también existente, no se ha traducido en una estructuración distintiva tan acusada como la española. Quizá por esto no se ha visto la necesidad de fragmentar también la UNIMA, como se ha hecho en nuestro país mediante un sistema de federación de UNIMAS autonómicas. En Italia, la UNIMA es solo una a nivel nacional. Pero conscientes de las comentadas distintas realidades que conforman el país, la nueva dirección se ha propuesto hacer llegar la UNIMA a todas aquellas regiones donde hasta ahora había tenido poca presencia. Por ejemplo, cada encuentro o reunión nacional se realiza en una ciudad diferente, procurando ir siempre que se puede a las ciudades más necesitadas y con problemas de comunicación con el resto de la profesión del país.

Una de las comidas del encuentro de Pordenone en el Teatro Comunale Gozzi, Pasiano di Pordenone. Foto T.R.

En estos encuentros se busca que los titiriteros locales se organicen entre sí, no necesariamente en UNIMA pero sí coordinados con ella, para buscar ideas y consensos en la solución de los problemas más acuciantes. Así ocurrió, por ejemplo, en una de las reuniones celebrada en el Piemonte, que propició la creación de un grupo de titiriteros de la región que ha dinamizado enormemente la profesión local.

En Pordenone, el sábado 19 de marzo tuvo lugar un encuentro del Consejo Directivo con varios titiriteros y compañías de la zona del Triveneto (la región del Friuli-Venezia Giulia, un área geográfica que incluye Veneto, Friuli-Venezia-Giulia e Provincia Autonoma di Trento, afín de proponer y recabar ideas, y conocer de este modo mejor la realidad de esta parte de Italia. Una zona con potentes compañías y la presencia de renombrados titiriteros, como lo pueden ser Gigio Brunello, Paolo Papparotto, L’Aprisogni, Paolo Rech, Alberto De Bastiani, entre otros.

Por cierto, todas estas reuniones se hicieron presencialmente pero también vía telemática, lo que propició una asistencia mayor de la acostumbrada hasta ahora en este tipo de encuentros.

Alfonso Cipolla explicó la implicación de la importante revista teatral de formato digital dramma.it con la dramaturgia para el teatro de figuras. La revista viene publicando desde hace un año artículos de muchos de los creadores italianos en los que cada uno habla de sus peculiaridades dramatúrgicas a la hora de trabajar con el teatro de marionetas, de sombras o de figuras. Los dos últimos publicados han sido los de Silvano Antonelli y Alessandro Libertini.

Contacto con la realidad de la guerra en Ucrania. Ayuda económica de UNIMA Italia

En un momento del primer día, viernes 18, se estableció contacto con Kata Csato, de Hungría, de la Humanitas Commission de Unima Internacional https://www.unima.org/es/comision/humanitas/, encargada de estar en contacto con los titiriteros afectados por la guerra, de Ucrania y también de Rusia, y conocer así sus necesidades.

Explicó Csato que UNIMA ha abierto dos ventanas para poder ayudar a los titiriteros en apuros de Ucraina, que son muchos, una desde la Comisión Humanitas que preside, y otras desde la Comisión Cooperación. Sobre la situación de aprieto y de angustia que vive la profesión titiritera en Rusia, aquejada por el régimen de falta de libertades que la guerra ha impuesto en la sociedad rusa, dijo que no se podía hacer nada por el momento, dado el peligro que podrían correr los interlocutores locales.

UNIMA Italia, ante la solicitud de ayuda, decidió otorgar 1.000 euros de sus arcas para sumarse a esta iniciativa de solidaridad con los titiriteros necesitados víctimas de la guerra.

Para posibles donaciones a esta causa a través de UNIMA, clicar aquí.

Lectura del texto de Ranjana Pandey para el Día Internacional de la Marioneta 2022

Fue la actriz belga Sophie Hames, afincada en Italia desde hace años donde ha trabajado con compañías como el Teatro Tascabile de Bérgamo, la encargada de leer el bello texto de la titiritera, dramaturga, directora de teatro y televisión y educadora hindú Ranjana Pandey.

Ranjana Pandey

El texto, titulado El Mar, enaltece el contacto, el cruce y el conocimiento entre culturas diferentes, siendo el mar una bella metáfora de la conectividad de un elemento que baña por un igual todas las orillas del mundo.

Sophie Hames actuando con una marioneta

Puede leerse el texto entero de Ranjana Pandey clicando aquí.

Preparados para el pasacalles, frente al histórico edificio del Ayuntamiento de Pordenone.

Passacaglia titiritera

UNIMA Italia, conjuntamente con el colectivo de Ortoteatro y todos los titiriteros que se encontraban en Pordenone, se juntaron para realizar un bonito pasacalles para invitar a la población y a los transeúntes de las principales calles de la ciudad a sumarse a la fiesta del Día Internacional de la Marioneta.

Un invitación que tenía premio: la exposición People&Puppets abierta en el exconvento de San Francesco, de la que hemos hablado ampliamente en la anterior crónica (ver aquí).

Claudia Contin Arlechino, preparada para sumarse al pasacalles. Foto Ortoteatro

Las dos imágenes que ofrecemos ilustran la riqueza icónica de la que son capaces los titiriteros italianos cuando salen a la calle para celebrar lo que en definitiva no deja de ser la base de su quehacer: la Fiesta.

Cristina Cason y Paolo Papparotto en la Passacaglia. Foto de Angela Forti

Romano Danielli, socio honorario de UNIMA Italia

Con esta nominación, UNIMA Italia decidió homenajear a uno de los maestros italianos más reconocidos del teatro de títeres, en la modalidad que el mismo homenajeado tiene por costumbre llamar Teatro Cásico Italiano de Marionetas.

Ha practicado Romano Danielli, a lo largo de sus más de 70 años de profesión, la tradición titiritera heredera de la Comedia del Arte, con sus personajes típicos -Pantalone, Arlequino, Brighella, Balanzone, Il Capitano, Colombina, Pulcinella…- más los nuevos nacidos durante y tras la época napoleónica, ya estos sin máscara (a pesar de que en Italia a todos estos personajes se les llama ‘máscaras’, la lleven o no la lleven), como Fagiolino, Sganapino, Sandrone, Flemma o Tartaglia, pertenecientes a la región de Emilia Romagna, entre otros muchos de otros lugares que se cruzan sin problema alguno (como Gioppino, de Bérgamo, una de las máscaras con más personalidad).

Algunos títeres de Romano Danielli. Foto T.R.

Para Romano Danielli, todos estos nombres no son solo figuras del teatro, sino personajes de su propia familia, tal es la intimidad con la que se vive la relación del titiritero con sus máscaras preferidas. Así lo deja traslucir el maestro boloñés cuando se refiere a tal momento de tal obra, poniendo la voz del personaje al que alude, y respondiéndose él mismo con la del otro que le replica. Una intimidad que antaño se trasladaba del titiritero a los espectadores, los cuales mantenían parecidos vínculos con los personajes del teatro, cuando la televisión todavía no había aparecido y el teatro de marionetas era uno de los pasatiempos preferidos en las ciudades y los pueblos de Italia. Entonces, las obras podían durar entre dos y tres horas, aunque a veces las historias podían alargarse varios días. Las compañías estaban obligadas a programar varios títulos en sus largas estancias en los teatros o en las plazas públicas, para satisfacer a los ávidos espectadores.

Romano Danielli ha vivido la transición desde las últimas épocas doradas del teatro clásico de marionetas a los días de hoy, cuando los espectadores adultos han abandonado a sus antiguamente tan queridos personajes y los han dejado para las escuelas o para las sesiones de públicos familiares, con obras más ligeras en su duración y en su temática.

Uno de los telones para retablo de Romano Danielli. Foto T.R.

Es por ello que cuando se le escucha suele haber un cierto punto de amargura en sus palabras, aunque la vitalidad del maestro titiritero es tal, que los personajes que durante décadas han encarnado sus manos siguen plenamente vivos en él. Y se explica que sea así porque el sentido del humor, la picardía, la burla y la parodia han sido parte esencial del espíritu de estos personajes. Un humor que, como una varita mágica, rejuvenece todo lo que toca, y que lógicamente ha impregnado la vida entera de Danielli. Este humor hoy surge a raudales cuando habla y se dirige al público contemporáneo, generalmente más joven que él, y todavía más cuando está constituido por titiriteros.

¿Cómo no va a reírse este viejo zorro de las marionetas -pido licencia para usar estos términos quizá demasiado familiares- ante las nuevas generaciones de titiriteros atrapados por las actuales corrientes de corrección política y cultural, lo que solo puede conducir al enanismo y a la parálisis creativa? Y, lo peor, al aburrimiento de su práctica, aunque las escuelas lo consideren muy útil.

Todo ello explica esta obsesión de Romano Danielli por mantener viva la tradición clásica del teatro de títeres italiano, creando espectáculos ‘a la vieja usanza’ con los jóvenes maestros que han aprendido con él o que han vivido su influencia directa o indirecta. Un empeño del que este cronista ya ha visto en dos ocasiones sus resultados, magníficos e indispensables para mantener vivo lo que ya no existe.

Un Matrimonio da Matti, por L’Accademia della Sgadizza

Este es el nombre que se ha dado la compañía de titiriteros boloñeses que se junta de vez en cuando bajo las órdenes de Romano Danielli para poner en órbita algún título escogido del viejo repertorio adaptado por él mismo, y al que entre todos se le intenta dar una cierta vuelta afín de acercarlo al público de hoy, que necesita acción y no aguanta los largos parlamentos de los personajes de antaño.

Ernesto con Celestina. Foto Ortoteatro

Para ello, Romano Danielli se rodea de algunos de los mejores titiriteros de la región de Bolonia, en esta ocasión fueron: Marco Iaboli (a cargo de Fagiolino), William Melloni (Sganapino), Riccardo Pazzaglia (Doctor Balanzone), Grazia Punginelli  (Celestina) y Mattia Zecchi  (Ernesto), además de Romano Danielli. De entre ellos, Mattia Zecchi es el joven elegido por el maestro para sucederle en su saber y con sus títeres, aunque la verdad es que fue Mattia quien eligió al maestro, cuando era un chaval, seducido y absolutamente rendido a su arte.

Una obra de argumento disparatado, pues en ella el hijo del Doctor Balanzone, Ernesto, que se halla perdidamente enamorado de Celestina, joven bellísima de la ciudad, sufre un proceso de total locura cuando su padre, que lo quiere casar con una baronesa vieja, babosa y estrafalaria, lo manda a estudiar a Bolonia un año y, al volver, le dice que su enamorada ya se ha casado.

Celestina, Fagiolino y Ernesto. Foto Ortoteatro

El argumento es una buena excusa para el lucimiento de los dos criados que son los verdaderos protagonistas de la historia, Fagiolino y Sganapino, que se divierten de lo lindo con sus ocurrencias, equívocos, locuras y juegos de palabra. Y si ellos son las dos figuras presentes en prácticamente toda la obra, también son ellos los que resuelven al final el entuerto, tras meterse en el manicomio para recuperar al loco enamorado. Ambos preparan las dos bodas anunciadas por el título: la del ‘loco’ Ernesto que se ha vuelto ’cuerdo’ con Celestina, y la de Balanzone con la vieja Condesa, llevando el argumento al puro esperpento.

En este tipo de obras, cuando están interpretadas por titiriteros duchos y bien fogueados, como era el caso en el Auditorium Concordia de Pordenone, lo importante es divertirse al máximo con los títeres en la mano, para de este modo traspasar la barrera del retablo e invitar al público a sumarse al jolgorio y al disparate de la historia representada. Y eso es lo que sucedió la noche del sábado 19 de marzo, con los espectadores, muchos de ellos titiriteros llegados de muchos lugares distintos de Italia, entregados al humor del equipo de Romano Danielli, que en esta ocasión actuaron en lengua italiana y no en el dialecto de Bolonia, como tienen por costumbre. Algo que quita soltura a la representación, como indicó el maestro al acabar la obra, pero que facilita la compresión y con ello el estallido de las carcajadas que no dejaron de sonar a lo largo de toda la función.

El Dr. Balanzone con un sirevo. Foto Ortoteatro

Asistir a este tipo de representación, que quizás en un espacio más informal con servicio de bar y cafetería, aumentaría todavía más su vena cómica y disparatada, constituye un verdadero lujo para los que amamos la rareza de estas singularidades históricas. Ojalá Romano Danielli viva muchos lustros más y nos siga ofreciendo estos platos de exquisita factura, tan magistralmente cocinados con sus chaladuras bien pimentadas.

Encuentro tres UNIMAS: Italia, Francia y España

Uno de los platos fuertes de este encuentro titiritero en Pordenone lo ha constituido sin duda el encuentro programado de las UNIMAS de los citados países vecinos, convencidas las tres de que iniciar un proceso de colaboración era una idea por la que valía la pena luchar.

Reunión 3 UNIMAS en el exconvento de San Francesco, con Kasper en primer plano, títere de Carl Schöder (1962), Museu da Marioneta de Lisboa. Foto Ortoteatro

Para ello se han reunido Nicolas Saelens, presidente de la asociación THEMAA, que también es la UNIMA Francia, Fabrizio Montecchi y Walter Broggini, secretario y tesorero de UNIMA Italia, y quien suscribe estas líneas, Toni Rumbau, en calidad de representante de la junta directiva de UNIMA Federación España.

La idea de esta colaboración surgió hace dos años, cuando en plena pandemia del COVID-19, UNIMA Italia envió a todas las UNIMAS europeas y organizaciones titiriteras de Europa una carta en la que se hacía mención a la necesidad de establecer acuerdos de colaboración a nivel europeo para salir juntos de esta crisis.

La carta recibió pocas respuestas, pero estas sirvieron para iniciar este primer proceso de colaboración entre Francia e Italia, a la que se invitó a los colegas españoles. Un resumen de estos primeros encuentros, pasos iniciales para un conocimiento mutuo de las tres realidades, puede verse en este artículo publicado en Titeresante en julio de 2021, ver aquí o aquí en inglés, en Puppetring.

Imagen de una de las reuniones mantenidas el 9 de junio de 2021. Captura de pantalla realizada por Adolfo Ayuso

Desde la UNIMA Federación España, la junta consideró entonces que sería bueno invitar al Congreso de 2021 celebrado en octubre en Ciudad Real a un representante de cada una de las dos UNIMAS (ver aquí), idea que se concretó en la presencia de Claire Duchez, secretaria de THEMAA, y de Walter Broggini, tesorero de UNIMA Italia.

Respondiendo a la invitación de UNIMA Federación España, UNIMA Italia ha invitado a su vez a un representante de cada país para participar en el encuentro realizado en Pordenone a raíz de la celebración del Día Internacional de la Marioneta, con un programa de actividades preparado por la compañía anfitriona, Ortoteatro.

Conocimiento mutuo de las tres realidades

Un primer peldaño de esta colaboración ha consistido en saber más sobre las realidades del sector en cada uno de los tres países. Por eso han sido muy importantes las explicaciones dadas primero en Ciudad Real, y ahora en Pordenone, sobre cómo funciona cada UNIMA, cómo se organiza a nivel territorial, cómo se financia y cómo se gestiona la complejidad del ecosistema titiritero de cada país. Hemos comprendido todos que este conocimiento constituye la base para avanzar en proyectos de futuro.

Por un lado, es evidente la admiración mostrada por el nivel tan avanzado de organización que ha alcanzado Francia, un país que ha sabido muy bien separar la política de la cultura a nivel institucional, asegurando de este modo políticas culturales de largo recorrido. Algo que ni en España ni en Italia ocurre, atrapados ambos países por los vaivenes electorales y los cambios de gobierno, con partidos que consideran la cultura como un producto más en la negociación política.

Reunión tres Unimas, con la máscara de Dadi Pudumjee arriba. Foto Ortoteatro

Por otro lado, se ha visto también el interés que Francia e Italia mostraban por el funcionamiento aparentemente disgregado de la UNIMA Federación España, compuesta de 17 distintas UNIMAS territoriales, tantas como Autonomías hay en el país. En este sentido, ha asombrado la realización del Estudio del Sector emprendido por la UNIMA Federación España a través del proyecto Títeredata, un Estudio que ha permitido conocer en profundidad la realidad española, y que ha generado además la herramienta Títeredata Digital para una actualización de los datos automática año tras año.

Francia dispone ya de estudios bastante completos y está en estos momentos realizando uno sobre el sector profesional de los títeres. Italia, por su parte, ha mostrado un gran interés en embarcarse en un estudio de estas características, que permita a los socios de UNIMA conocer las dimensiones reales del extraordinario patrimonio tanto histórico como profesional de su país.

Hacia una Declaración de Intenciones de las tres UNIMAS

Los representantes de los tres países reunidos en Pordenone han llegado a las siguientes conclusiones:

– Todavía es prematuro para diseñar proyectos concretos de colaboración, los cuales necesitan consensos reales entre los profesionales de cada país, pues no se puede construir la casa por el tejado.

– Por ello las tres UNIMA se emplazan a elaborar durante los tres próximos meses una Declaración de Intenciones que deberá ser aprobada por las respectivas asambleas de los tres países, y que sentará las bases para el desarrollo de proyectos futuros de colaboración.

– Aún así, se han establecido algunos puntos de partida que parecen contar con el interés compartido de los titiriteros de los tres países, puntos a partir de los cuales empezar a pensar y a trabajar:

            1- Necesidad de explicar muy bien el proceso en el que nos embarcamos, afín de fomentar una toma de conciencia sobre tres aspectos en los que existe un déficit evidente: a- déficit de europeísmo, b- déficit de conciencia gremial o sectorial de la profesión, y c- déficit de la conciencia de pertenecer a un complejo ecosistema en el que coexisten compañías, teatros, festivales, escuelas, museos, talleres de construcción, etc. Una explicación que debe ir dirigida a los mismos titiriteros, para asegurar una participación democrática de los procesos a seguir.

            2- Comprender, intentar aplicar y compartir los conceptos de acompañamiento (compagnonage en francés) en la práctica y el aprendizaje del oficio titiritero, algo que en Francia está institucionalizado desde hace tiempo, y que despierta un gran interés especialmente en las jóvenes compañías de Italia y España. También estudiar el fomento de los espacios para residencia, hacer censos de los mismos, y promover el intercambio internacional.

            3- En el apartado de los Estudios del Sector y la recaptación de datos del mismo, tender a la posibilidad de homologar sus resultados para poderlos de este modo compartir y comparar, con la finalidad de extraer mapas más amplios a nivel europeo de la realidad titiritera de nuestros países.

En las discusiones, se han tenido muy en cuenta los distintos puntos propuestos por la Declaración de Dresde del Foro Europeo de Teatro.