(Azucena Roda con Pelegrín y el Diablo, antes de empezar la función en el teatrillo del Teatro Arbolé instalado junto a la Plaza de los Sitios, durante las Fiestas del Pilar. Foto T.R.)

Una nueva titiritera se incorpora en la Barraca de los Títeres de Teatro Arbolé: Azucena Roda se postula a la labor de titiritera solista. Azucena es titiritera y actriz del Teatro Arbolé en infinidad de sus obras de repertorio desde hace muchos años, participa de los montajes para títeres de la compañía aragonesa, ahora se estrena como titiritera solista con una versión de El panadero y el diablo del maestro argentino Javier Villafañe que con los años se ha convertido en un clásico imprescindible del teatro de títeres popular.

El malvado diablo de las tres colas viene a robar el pan y amenaza con acabar con las fiestas del Pilar. En este caso, Azucena utiliza como Panadero al héroe de Teatro Arbolé Pelegrín, que no piensa permitir que el diablo de las tres colas se lo lleve.

Momento de la función. Foto T.R.

Esta historia de una dramaturgia sencilla como todas las obras del género de títeres de cachiporra, en esta ocasión es llevada, con el ritmo adecuado y con la acertada y buscada participación del público, a buen puerto. La participación clave del género es pretendida por la titiritera desde la presentación en femenino de la obra hasta su final donde se verá obligada a utilizar la cachiporra, el instrumento deshacedor de conflictos.

Pelegrín con Javier Villafañe. Imagen Teatro Arbolé

Azucena desde el principio consigue captar la atención del respetable público haciendo alusión constante y como una rutina al Brócoli verde, bien jugado con las tres colas del diablo, dos palabras que son la clave para indicar a Pelegrín que viene el diablo, consiguiendo de este modo la empatía del público con los títeres de cachiporra y con el héroe Pelegrín. Azucena irá, sin duda porque hay oficio, adquiriendo con la práctica escénica el ritmo adecuado que le marque el público en cada representación, esa es la verdadera clave de los títeres de cachiporra, dominar y marcar el ritmo del público y conducirlos a la resolución del conflicto con suavidad y convencimiento, sin histrionismo.

Asistimos a la aparición de una nueva titiritera solista que abraza el género desde una perspectiva femenina, Brocoli verde para todos y todas. Bravo por esta nueva versión del clásico de Javier Villafañe. Dicho en términos futbolísticos, bien jugado este Panadero y el diablo.