Los títeres y la Navidad han tenido siempre buena relación, sobre todo en los países europeos. No en vano se dice que la palabra Marioneta procede del nombre de María (Marionne en francés, pequeña María), cuando primero en las iglesias y luego fuera de ellas, se representaba con muñecos animados el episodio de la Natividad. Por cierto, que en algunos lugares de la Península aún se siguen celebrando estas fiestas con figuras articuladas, como es el caso de la Iglesia de Santa María de los Reyes, en la Rioja alavesa, que muestra estos días su pesebre barroco aún con movimiento (ver el artículo de Maryse Badiou en Fantoche n º 5 sobre el tema). Una costumbre que en los países del Este Europeo sigue muy viva, con profusión de representaciones en países como Polonia o Ucrania.

Verge del Pit. Museu Marés.
Virgen del Pecho. Museu Frederic Marés de Barcelona.

También en Cádiz, la Tía Norica presenta por estas fechas el Auto de los Reyes Magos, una maravilla que he tenido la suerte de ver varias veces, con una sucesión de cuadros donde las escenas de la Natividad se mezclan con las peripecias locales de la Tía Norica y su sobrino Batillo. Y, en la ciudad de Alcoy, el Belén del Tirisiti se exhibe también como una reminiscencia de otras épocas que mantiene sin embargo una actualidad muy viva y bien arraigada en la población.

Tía Norica, Nacimiento
Nacimiento, Auto de los Reyes Magos de la Tía Norica. Foto de Francisco J.Cornejo, Museo de Cádiz, 1983.

En Cataluña, es época de Pastorets (los Pastorcilllos), un género al que los títeres siempre se han acercado en múltiples ocasiones. Sabemos que Titelles Vergés presenta estos días sus Pastorets Fum Fum Fum en el Teatro Tantarantana de Barcelona, pero seguro que otras compañías también han creado su versión de este clásico navideño catalán.

Els Pastorets, Titelles Vergés
Escena de Els pastorets de Titelles Vergés.

Se entiende que los titiriteros se hayan interesado siempre por estas fiestas religiosas en las que se combinan los elementos litúrgicos con los paganos. Representar lo que no se puede ver ni tocar en la normalidad cotidiana es nuestro pan de cada día: nada más fácil para los títeres que dar forma y vida a demonios, hadas, duendes, fantasmas y a toda la abigarrada población que habita en los Mundos de al Lado. Así se hace en el cine y así se hace en los escenarios, cuando la forma humana es incapaz de encarnar las fabulaciones de nuestra incansable imaginación.

Titelles de Mariona Masgrau
Títeres de Mariona Masgrau. Museo del TOPC de Tolosa.

En este sentido, creo que podemos atrevernos a pronosticar un incremento de los espectáculos de marionetas destinados a dar vida a lo invisible en estas fechas de transición del calendario, con nuevas figuras y nuevas historias que ayuden a comprender al público el porqué los días se empujan entre sí, y el porqué las estaciones del año se suceden siempre con sus curiosas manifestaciones climáticas, atmosféricas y, cada vez más a menudo, emocionales. Los espacios que separan las horas y los días son abismos de tiempo que en estas fechas señaladas se llenan de un extraño aliento mitológico, cuyo contenido sin embargo se mantiene oscuro e indescifrable. Unos abismos que las religiones ya no son capaces de llenar y que corresponde a la imaginación y a la creatividad humana darles hoy forma y contenido. Objetos, figuras, sombras, silencios, agujeros en el espacio y otros recursos retóricos que se salen de la convención, son sin duda lo más indicado para empezar a buscar estas formas y a darles nombre.

Bruixa
Bruja. Bestiari Festiu, exposición en el Ayuntamiento de Barcelona. Mercè 2013.

Dicho esto, nos tocaría hablar del futuro 2014 que se abrirá el próximo día 1 de enero, del que sabemos muy poco, aunque el calendario y las agendas (unas, las menos, muy cargadas; las otras, las más, casi vacías… ) nos indican el camino y las estaciones de tránsito. Indicaciones que sin embargo no nos dicen nada de lo que realmente sucederá y de lo que estaremos obligados a vivir. Y menos mal que es así, ya que la indeterminación es también la garantía que nos queda para poder imaginar futuros nuevos y diferentes. En este sentido, la época que nos ha tocado vivir acentúa esta indeterminación, de una altura como nunca se había visto jamás, para desgracia de los políticos y de los que lo quieren controlar todo. Lo cual nos permite decir que el año que viene debe considerarse como un libro abierto o una página en blanco. Estaría bien que no fueran los de siempre los que escriban y nos marquen el camino, sino que también cada uno pueda decir la suya.

Drac - Mercè 2013
Dragón. Exposición en el Ayuntamiento de Barcelona. Mercè 2013.

Hemos pedido, en el título, un 2014 doble: la razón es clara. Ya que somos titiriteros y que nuestra función es doblar la realidad, lo menos que podemos esperar es que el año también nos sea doble, porque al lado del oficial y de lo que viene marcado por las necesidades y los imperativos, tengamos también un año propio, diferente al oficial, más libre y abierto, sin distanciarse demasiado del otro, no sea que nos vayamos a la luna. En realidad, ¿no es acaso nuestra función abrir espacios -los de la imaginación- para poblarlos de formas, objetos y figuras? Es por ello que podemos pedir que el 2014 que comienza sea un año que se abra doble -y triple y cuádruple, por supuesto… -, para que en sus intersticios podamos meter la nariz y decir la nuestra. Que así sea. Amén.

Reloj astronómico Praga
Reloj astronómico del Ayuntamiento de Praga.