(El Caracol de El Sidral)

La amplia programación de calle, feliz complemento al gran número de espectáculos en sala, consigue que las calles de Lleida se impregnen, durante la Fira, de una  rica atmósfera titiritera. Junto a la programación, una feria artesanal de marionetas y un gran número de profesionales inscritos y asistentes a la Feria.

La sección calle incluía propuestas itinerantes, como el hermoso caracol de El Sidral con su espectáculo Heliko, una familia atípica viajando en su propia casa-caracol, escenarios al aire libre (con espectáculos como Hanging by a Thread de Di Filippo Marionette o Alaude Teatro con Cristóbal Purchinela) y carpas o espacios con aforo limitado (como A2 manos, de El Cruce, Brunette Bros con The Greatest and 2nd Smallest Circus in theWorld,  Hats de la Compañía Jam, Vincent de Rooij, con Barko, o Kumulunimbu, de Cía. Ortiga). 

‘Kumulunimbu’, de Cía Ortiga

No puedo dejar de comenzar por la joya que se alzó con el Drac d´Or al mejor espectáculo de calle y Drac d´Or a la mejor dramaturgia: Kumulunimbu, de la Cía Ortiga.


Vecinos de la comarca de Girona, la Compañía Ortiga se aproxima, a través de la historia de amistad entre una niña y una nube, a un tema trascendente y tristemente actual como es el de los migrantes y refugiados. Con un claro trasfondo político y una carga poética que transmite el mensaje con gran sutileza, nos emocionan y nos hacen reír, sin saber cuál de las dos emociones permanece en primer plano.  A través de una estética muy sencilla y cuidada, consiguen que el espectador empatice con la pequeña figura que representa uno de tantos seres humanos que deben dejar su hogar en búsqueda de lo básico para sobrevivir, en este caso agua.


El espectáculo está dedicado a las Refugiadas del mundo y realmente los actores lo comparten con la delicadeza y el cuidado de quien habla de algo que le importa y le toca de cerca. Un trabajo lleno de humildad y corazón con momentos memorables como el del carro donde viaja la protagonista haciéndose literalmente más y más pequeño para sobredimensionar el desierto que la rodea.

‘The Greatest and 2nd Smallest Circus in the World’, de Brunette Bros

También en carpa y con largas colas, como la mayoría de los espectáculos de una Fira con éxito rotundo de público, los Brunette Bros nos presentaron The Greatest and 2nd Smallest Circus in the World (imaginamos que en alusión al Circo Rippolo que ocuparía el primer puesto de Circos en miniatura).


Compañía de payasos atípicos que fue galardonada con el Drac d´Or a la mejor Interpretación (coral). Un grupo internacional que mostró con frescura, humor socarrón y estética oscura, el otro lado de la cara de los payasos de circo. No faltaron animales (miniaturas de plástico), música, acróbatas (anclados entre las piernas de uno de los clowns) y peleas (algo más feroces y menos de pega que en sus homólogos de circo clásico).  Un espacio de risas bien conseguidas en formato itinerante por los distintos espacios del mini recinto del circo Brunette Bros.

‘Hanging by a Thread’, de Di Filippo Marionette

En los escenarios de calle pudo verse, entre otros, a Di Filippo Marionette con Hanging by a Thread, una sucesión de números de marioneta de hilo en un escenario limpio, bien servidos con una manipulación precisa. Sobre este espectáculo existe ya una crónica de Toni Rumbau en Putxinel·li (ver aquí).

Foto de Jesús Atienza.

‘Cristóbal Purchinela’, de Alauda Teatro

En la variante de los polichinelas populares de calle pudimos disfrutar del Cristóbal Purchinela, de Alauda Teatro, un clásico del guante que destaca por su socarrona e irónica “incorrección política”, especialmente en comparación a los espectáculos de corte más contemporáneo. Aquí los títeres se pegan hasta morir, pervive la ley del más fuerte y se ataca sin pudor a los personajes que representan el poder.


El público gozó de lo lindo con las locuras del inefable Polichinela, este personaje de la tradición del que tan poco sabemos pero que las actuales compañías interesadas en él gustan rescatarlo cada una a su manera. La combinación de títeres y música en directo, con un noble violoncelo, dan un aire de belleza y elegancia muy de acorde con el retablo usado por Alauda Teatro, de factura clásica y moderna a la vez. Ver también otra crónica sobre este espectáculo publicado en Titeresante aquí.

‘Montaje de Títeres’, por Galiot Teatre

En la zona de mercadillo artesanal (o muy cercana a ella) se instalaron los de Galiot Teatre con un Espacio de Montaje de títeres. Con antiguas herramientas y modelos de madera inacabados, junto a planos de montaje y la ayuda de tres miembros de la compañía, el público (especialmente los más pequeños, pero a algunos más grandes también se les vio construir entusiasmados) montaban marionetas de madera rodeados de un ambiente de taller medieval.


En el centro del recinto, podía verse a un avispado niño de manos expertas, quizá el benjamín de la compañía, que parecía tener larga experiencia en la construcción de títeres. Un muy acertado entretenimiento titiritero al alcance de todas las manos.

Con este nuevo montaje instalativo de calle, Galiot Teatre prosigue con su labor de enseñar al público los secretos manuales del teatro de títeres, primero con Cal Titella y después con Carpa Mundo Títere. Un encomiable proyecto que el de Mollet realiza con gusto y gran empeño vocacional.


‘Cases’, de Xesca Salvà

Otro de los proyectos de carácter más instalativo fue Cases, de Xesca Salvà. Tres maquetas interactivas, donde dos espectadores con auriculares intervienen en cada una de las casas, a través de instrucciones y conversaciones que además sugieren detalles de la vida de quien allí pudiera habitar.


Este montaje, coproducido por el IF Barcelona, ha sido largamente comentado con anterioridad en las páginas de Titeresante y Putxinel·li. Ver aquí.


‘Hat’, de la cia. Jam

Otro espectáculo que pudo verse en la calle fue Hat, de la Compañía Jam, una dramaturgia de objetos basada en las infinitas posibilidades que esconden los sombreros. Una delicia de ingenio y habilidad manual.


‘Music Box’, de Grib/Fadunito

También en calle se presentó Grib/Fadunito con Music Box. Un espectáculo de clown y manipulación de objetos, donde los instrumentos y herramientas musicales meten a su protagonista en varios líos y desencadenan una serie de gags humorísticos, que cuentan en varias ocasiones con la participación del público.


Una gran Fira, la de Titelles de Lleida, en la que uno de los mejores ingredientes, junto a un programa de alta calidad, fue la calidez de su equipo y organizadores, que se extendió hasta el último de los participantes de la Feria. Una grata experiencia asistir a ella. Ahora toca digerir las impresiones recibidas –muchas en muy corto tiempo- y esperar pacientes la próxima edición.

Sara Serrano