Es un verdadero placer asistir a esos festivales pequeños en los que suele crearse un ambiente de gran convivencia entre los participantes y los habitantes locales, gracias a las pequeñas dimensiones del lugar y al deseo de los directores de suplir las carencias (bien pocas en definitiva) con las atenciones. El Festival Títeresí de Pola de Siero, en Asturias, que este año celebra su séptima edición, es un ejemplo de lo dicho. Organizado por Luís Vigil, veterano titiritero de la compañía Kamante, Títeresí  -que también lleva el nombre de Festival del Títere y La Palabra- presenta este año una buenísima programacion que se despliega durante el fin de semana que va del viernes 18 al domingo 20 de mayo. Pocos días pero muy intensos, como se verá.

Exposición

Carmen Gayo, Juan Hernaz y Joaquin Hernández en la inauguración de la exposición Teatros de Papel

De entrada, el Festival propuso la celebración de un coloquio sobre el tema “Revistas Digitales, Redes Sociales y Creación”. Estuvo organizado por la ACPTA (Asociación de Compañías Profesionales de Teatro y Danza de Asturias) y por la  Asociación Cultural Talía. Se celebró en la sala de cámara del flamante nuevo Auditorio de Pola de Siero, moderando el diálogo otra veterana del mundo de los títeres, Carmen Gayo, de origen bilbaíno pero afincada en Asturias desde hace décadas. Miembro de la compañía Factoría Norte, actuaba en calidad de representante de la citada ACPTA.

Hubo en primer lugar una presentación a cargo de quién suscribe estas líneas, del proyecto de la revista Puppetring con sus tres portales en catalán, español e inglés. Habló luego la periodista especializada en redes sociales Marta Barbón sobre como los nuevos medios que ofrece la Red de Redes ha transformado  la comunicación “tradicional” y cómo pueden ayudar a las compañías en su comunicacoón previa con el público. Finalmente, cerró las intervenciones el artista gráfico Juan Hernaz, quién habló sobre  creación y redes sociales, analizando de qué modo los conceptos de creación están siendo condicionados por la era digital.

Tal vez lo más interesante fueron las preguntas y el debate que se creó después, y que continuó en la comida de la noche. ¿Cómo puede sobrevivir la creación, que requiere espacios de silenco, aislamiento y “soberanía temporal”, con la nueva realidad social determinada por la incesante contaminación de lo digital y de las comunicaciones? ¿Son compatibles estas necesidades de la creación (silencio, tiempo propio, aislamiento) con el uso de las redes sociales, que exigen una fuerte dependencia? ¿Debermos trabajar para Twiter y Facebook o son ellos los que deben trabajar para nosotros? He aquí algunas de las cuestiones puestas sobre la mesa.

La voracidad que tienen las redes sociales a comerse todo el tiempo de sus usuarios es una realidad que las juventudes actuales sufren en carne propia. Ello explica la falta de atención de la que adolecen y la necesidad de los que trabajan para niños y jóvenes, en el campo del teatro, en crear obras que incorporen los ingredientes de moda: inmediatez, atención fugaz, rirmos vertiginosos, estéticas juveniles, etc. ¿Es ello sano, bueno y deseable? ¿Es una apuesta con sentido o es una simple adaptación mercantll a la “demanda del mercado”?. Cuestiones que ponen de manifiesto las debilidades y las problemáticas que atañen el llamado “teatro infantil y juvenil”.

¿Tiene sentido apostar por la mediatización virtual cuando lo propio del teatro es la comuniación directa con el público? ¿Cómo una revista como la presente puede escapar a la vorágine de lo efímero y de lo inmediato, y desarrollar además contenidos de los considerados de largo aliento?

Silvia fagundes

Sílvia Fagundes, presentadora de la exposición Teatros de Papel, de Marcelo Lafontana

Sin duda vivimos en un mundo de muchas contradicciones, en el que coexisten muy diferentes velocidades, y quizás la respuesta a todas estas preguntas está en el reto de ser capaces de vivir estas distintas velocidades: la rápida de lo inmediato-efímero, y la lenta de la reflexión, de la creación (que requiere su “tiempo propio”) y del trabajo a largo plazo. ¿Es ello posible? Terribles paradojas y dolorosas contradicciones que afectan a los creadores y a los ciudadanos de cualquier ciudad del mundo.

José-Diego Ramírez, de La Sombrita, planteó la cuestión del “suicidio digital” como un ejemplo de las opciones que se presentan hoy a las personas saturadas de tanta “conexión”. Una opción posible al parecer de bastante difícil realización, y que se explica por el acoso y la paranoia que puede llegar a crear la nueva sociedad de la comunicación.

Más tarde, en el comedor del restaurante donde cenamos por la noche, la conversación se alargó hasta la madrugada debatiendo estos temas, en los que participaron David Zuazola, Marga Carbonell, Luís Vigil, Sílvia Fagundes, Marta …, y un servidor de ustedes. Planteó David Zuazola el tema de la creatividad y la necesidad de separarlo de las cuestiones planteadas en la mesa redonda sobre las Redes Sociales. Y la conversación derivó sobre el tema de la Creación y sobre cómo es entendido hoy este concepto.

Ofrecemos desde aquí el espacio de Titeresante y de sus hermanas gemelas Putxinel·li y Puppetring para continuar debatiendo estas cuestiones de tanta importancia y actualidad.

“Cuentos para un caldito” de Baobab Teatro

Glorieta

Kiosko de Música de Pola de Siero

Antes de publicar este artículo, tuve la ocasión de ver el espectáculo ofrecido por la compañía gallega “Boabab Teatro” que se titulaba “Cuentos para un caldito”. Y la verdad es que Andrea Bayer, acompañada en la técnica por Óscar Ferreira, nos deleitó con varios cuentos que los adultos seguimos tan embobados como los niños que se sentaban en el tapiz colocado en el centro del Kiosko de Música sito en el Parque Alfonso X el Sabio.  Y eso que el tiempo estaba húmedo y frío. Claro que actuar en un Kiosko de Músca constituye, al menos para mi, una experiencia siempre interesante y mágica, como si la aérea cobertura del kiosko, con sus estilizadas columnas de hierro, fuera la glorieta de un templete capaz de transmutar todo lo que en él se encuentra.

Andrea Bayer explicó varios cuentos con una naturalidad extraordinaria y con un lenguaje rico y muy sabiamente dirigido a los niños, de tal modo que ni ofendía sus sensibilidades infantiles ni las de los adultos.  Y eso que allí estábamos unos cuantos veteranos del oficio, como el director y actor de teatro Etelvino Vázquez, fundador del Teatro del Norte de Asturias, Marga Carbonell de Barcelona y otros titiriteros, que siempre solemos ser público descreído y difícil de tratar. Los niños participaron y aplaudieron tanto o más que los adultos, que nos olvidamos del frío y nos dejamos llevar por las palabras de Andrea, buena conocedora de los secretos narrativos del cuento, con sus estribillos, sus calculadas repeticiones, su ritmo lento pero sintético en lo narrativo. Un gozo a añadir a las virtudes de este Festival antes esbozadas.