(Imagen de ‘Eu quero a Lua’ de la compañía Partículas Elementares. Foto de José Fernández)
El Festival Mó tuvo lugar el fin de semana pasado, días 3, 4 i 5 de junio de 2022, en la pintoresca ciudad de Oeiras en Portugal, desplegando un programa de diferentes estilos de espectáculos de marionetas y títeres. Hubo actividades de sala y de calle ocupando varios espacios del barrio central enmarcadas por las celebraciones de la ciudad por lo que la afluencia de público fue numerosa y constante en todas las presentaciones. La población local recibió de manera atenta y entusiasta cada obra.
El viernes se inauguró el festival con la presentación de un espectáculo muy singular: A Viagem del titiritero João Costa. Dentro de una furgoneta, adaptada con un pequeño escenario en el fondo, donde solo pueden acceder entre 6 y 8 personas, se desarrolla en un formato breve ( 20’) todas las peripecias posibles entre una pequeña cabecita blanca y los elementos que hay en una mesa de restaurante. Esta situación deriva de la espera del manipulador, en la que parece estar a punto de vivir una cena romántica que nunca se lleva a cabo.
Durante la espera y debido a que el cansancio lleva al titiritero a una especie de delirio, surgen durante la obra diferentes situaciones cómicas y curiosas entre los objetos y las posibilidades expresivas de los personajes a los que da vida y con los que interactúa. Una propuesta muy elegante y entrañable.
Al día siguiente arrancó la programación del festival en la explanada de la plaza principal de la mano de Fábio Supérbi, cuentacuentos de origen brasileño, con su primer espectáculo en el lenguaje de títeres. Con el título de Alguma Coisa, el autor nos condujo a un universo creado en madera, cartón y telas por los paisajes rurales de su lugar natal.
Un campesino, el personaje principal, lleva el hilo de una historia de tierna relación entre los elementos simples que componen la escena para retratar una manera de ser y estar en el mundo, conectado con el campo y sus ritmos. Con una banda sonora muy delicada, creada expresamente para la obra, Alguma Coisa se abrió paso en el imaginario de los espectadores gracias a la simpática interacción entre el manipulador, el espacio y los objetos.
Posteriormente la compañía portuguesa Boca de Cáo presentó el espectáculo de calle Alforria en el que una pareja, con una interpretación entre circense y de comedia del arte, se instala en plena plaza con su pequeña carroza de madera que sirve a su vez de vehículo, escenario y casa. Allí despliegan una serie de situaciones de su cotidianeidad nómada con gran conexión con el público.
Destacan varias técnicas de teatro de objetos, como un títere en forma de jabalí que es su mascota, un pequeño teatrino de sombras, una marioneta que reproduce a una de las actrices en escala y sobre todo la versátil escenografía que les ofrece un marco de retablo para sus aventuras.
Al mediodía en el auditorio municipal de Oeiras pudimos disfrutar del bello espectáculo Desde el azul de Inés Pasic de Bosnia.Esta obra se compone de varias escenas complementarias basada en una técnica original que han desarrollado entre ella y su compañero Hugo Suarez de Perú. Ésta utiliza el propio cuerpo como materia prima de lo que se relata visualmente. Gracias a las figuras que crea con su piel, extremidades, articulaciones y algunos objetos de soporte, nacen en directo diferentes personajes con su propia expresión y poética.
Un lenguaje único, fruto de años de investigación y experiencia. Escenas que desde la simpleza del gesto componen situaciones algunas divertidas, otras nostálgicas y alguna incluso metafísica.
Para iniciar la tarde en la Galeria Verney, se presentó el espectáculo Eu quero a Lua de la compañía Partículas Elementares. La puesta en escena, compuesta por un montón de maletas, ya está activada durante la recepción del público, conectando desde una amable presencia con cada persona que llega. Los bellos títeres han sido realizados con papel, madera y tela y cuentan con un sistema de imanes que dan libertad para que un solo intérprete pueda manipularlos con destreza.
Se trata de una obra/cuento en la que la protagonista es una niña que pide la luna para curarse. Gracias a la complicidad de su padre, y después de muchos intentos, un señor que trabaja para ellos logra ofrecérsela simbólicamente con lo que la niña consigue el sueño de tener la luna cerca. Mediante una ejecución muy limpia y con una dramaturgia muy clara esta obra se ganó un infinito aplauso final.
Más tarde y nuevamente en la plaza de la iglesia, se presentó una obra de títeres de guante de la técnica de tradición portuguesa que lleva el nombre del personaje principal, Dom Roberto, a cargo del titiritero João Costa, director del Festival. Considerado como el polichinela portugués, las historias frenéticas que vive este personaje tienen siempre un tono de comicidad que surge de la ironía y su relación con el poder.
Los títeres, manipulados por una sola persona en el interior de un teatrino cubierto con telas estampadas, se comunican mediante onomatopeyas y sonidos filtrados por una lengüeta que suma sarcasmo a la interpretación. Generó una conexión inmediata con el público familiar y cada travesura fue cubierta de risas.
Para terminar el día, el espectáculo Here, There & Everywhere de la compañía búlgara Trio Theatre se presentó en Auditorio Municipal de Oeiras. A través de varios sketches en los que combinan técnicas de guante, mano, varilla, máscaras y otras muy originales que cambian la escala desde el vestuario, nos presentaron una serie de postales de su cultura tradicional.
Acompañados de música folclórica de Bulgaria, interactúan entre ellos y el público con una dinámica rítmica enérgica y contagiosa.
Para ser un primer día completo de festival ha sido una experiencia muy enriquecedora. El equipo de Mó ha logrado convocar a un público participativo en cada una de las actividades con gran afluencia y entusiasmo.