(Foto de familia de los premiados por el Parque de las Marionetas. Foto de Manuel Minaia.)

Continúa esta crónica la descripción y el análisis de las propuestas presentadas en el Parque de las Marionetas durante las Fiestas del Pilar 2019, con la inclusión de los premios que el Festival ha dado este año, que son dos: Premio a la Trayectoria y Premio al Mejor Espectáculo.

El Circo de los Hilos, de Victor Antonov.

He aquí a uno de los maestros del hilo más reputados de Europa, el ruso Victor Antonov residente en San Peterburgo, bien conocido por los titiriteros y los aficionados al género. Se trata, en efecto, de alguien que ha conseguido encarnar en las marionetas al mismísimo espíritu del circo, el ‘más difícil todavía’ que caracteriza el trabajo de los artistas circenses.

Sólo hay que ver al payaso que abre el espectáculo, para comprobar cómo, con sólo su caminar decidido y saltarín, nos introduce sin más en el lenguaje circense por antonomasia. Se trata de un personaje que salta, canta, baila, abre la boca, mueve los ojos, levanta la barriga, y en su larga y móvil nariz lleva un pajarraco que canta a dúo con él. Sólo empezar, y nos sitúa en un registro de puro virtuosismo del hilo.


No le va a la zaga el mago que le sigue, que sorprende al público con verdaderos números de magia de impacto pero refinados a la vez, a la altura de esos seres diminutos que son las marionetas.

No vamos a describir aquí todos los números, mejor que los vea el lector en un escenario, pues Antonov es un titiritero que suele frecuentar los festivales españoles. Pero sí es necesario indicar la gracia y el sello propio que el maestro ruso ha sabido dar a sus muñecos, criaturas de precisión en cada una de sus distintas habilidades. En la Carpa Domo donde actuó sólo mostró algunos de sus personajes, pues el espectáculo no podía durar más de veinte minutos. Pero fueron suficientes para trasladarnos a un mundo de ensueño, capaz de dejar a los espectadores boquiabiertos todo el rato.

Al menos, así estuve yo los veinte minutos antes de que el invisible telón de la luz diera paso a los contundentes aplausos.

Cartones animados, de Teatro Silfo.

En el llamado Palacio de los Prodigios actuó la compañía de Murcia Teatro Silfo con su espectáculo de pop-up sobre animales de cartón basado en las historias y las ilustraciones del italiano Leo Lionni.   

El autor e intérprete de la obra es otro italiano, Fabrizio Azara, instalado desde hace años en Murcia, quien consigue sacar de su inmenso libro animado del tipo pop-up preciosas imágenes así como los personajes que protagonizan las tres historias que forman parte del espectáculo: Cornelio, Nadarín y Federico.

Pudo este cronista ver el segundo de los capítulos, pues las sesiones de veinte minutos que se ofrecen en las barracas de feria donde se actúa no permitían más que una de las historias cada vez. Me tocó ver Nadarín, un precioso relato sobre la importancia de la imaginación y el conocimiento que resulta de la curiosidad de quien viaja y conoce otros mundos. Sólo así podrá el pequeño pececito hallar la solución para, sin cambiar de forma individualmente, conseguir con la suma de otros pequeños, vencer al grandullón que se lo quiere comer.

Lo que vi fue un relato de estilo refinado que se explica con sutileza desde mínimos, gracias al registro que utiliza Fabrizio Azara, nunca sobrecargado con impostación alguna. Un tono de suma contención que sabe entrar como un estilete en la percepción del espectador.

El público quedó admirado del refinamiento de la propuesta.

Travesura de Cajal, de Títeres de la Tía Elena.

Es una constante que en alguna de las barracas del Parque de las Marionetas actúe cada año la maestra Elena Millán con alguno de sus espectáculos, unas veces probando nuevas propuestas, otras con trozos de espectáculos ya realizados por la maestra de Zaragoza.

En esta ocasión, nos sorprendió a todos con un fragmento de su espectáculo Cajal, el Rey de los Nervios, una de sus creaciones más logradas y reconocidas, creada en 2009 con guión de Adolfo Ayuso, y la colaboración del pintor Ignacio Fortún, autor de la escenografía y del diseño de iluminación, además de codirector junto a la misma Elena Millán.


El episodio presentado fue el titulado Travesuras de Cajal, en el que se nos cuenta el momento cuando el gran sabio investigador Santiago Ramón y Cajal recuerda su infancia, concretamente el invento que realizó de un cañón que disparaba de verdad y con el que abrió un boquete en la tapia de los huertos del pueblo. Lo hizo Elena Millán acompañada de otra reconocida titiritera, Sol Jiménez, encargadas las dos de manipular y de dar voz a los personajes.

Quizás el gran mérito de la propuesta sea que, sin hacer ninguna concesión de abaratar los contenidos de la obra, interpretando unas escenas de verdadero teatro de marionetas con sus diálogos pausados y la acción correspondiente, supieron las dos titiriteras mantener la atención del público en todo momento, grandes y chicos, despertando el anhelo de saber más sobre el personaje histórico de Ramón y Cajal.

Al acabar, los espectadores acudieron al escenario, ansiosos de saber más sobre lo que habían visto.

Los Premios del Festival.

Como decíamos al principio, fueron dos los premios entregados, en una ceremonia íntima ya de noche con presencia de todos los artistas participantes en el Festival. Amenizó la ceremonia la orquesta habitual del Parque, que anima musicalmente a los espectadores situados en el hermoso Quiosco de la Música, llamada en esta ocasión ‘El Funeral’ / Che y Moche y su Orquesta Zingarozana.

‘El Funeral’ la noche de los premios. Foto de Manuel Minaia.

Capitaneada por Joaquín Murillo, animador y saxofonista, esta orquestina destaca por la alta calidad de su violín solista, interpretado por Teresa Polyvka, que contagia y transporta al espectador con su tremenda fuerza de sonoridad zíngara. Acompañan a la guitarra y a la batería Kike Lera y Fran Gazol.

Ejerció de presentadora la directora de Ares Aragón Escena y la Concejala de Cultura del nuevo Ayuntamiento de Zaragoza, quienes mostraron su entusiasmo por el desarrollo del Parque de las Marionetas, así como su compromiso para aportar más medios a las próximas ediciones.

Premio a la Trayectoria.

Fue la Feria Internacional del Títere de Sevilla la institución premiada por haber llegado a sus 40 años de existencia, el festival más longevo de cuántos se realizan en España. Recogió el premio Juan Luís Clavijo, actual director de la Feria y titiritero de la compañía Buho Teatro, quien lo dedicó a sus fundadores: Alcides Moreno y Guadalupe Tempestini.

Juan Luís Clavijo con el Premio.

El aniversario de la Feria de Sevilla se celebrará en el mes de mayo, cuando alcance su cuarenta edición. Una efeméride que desde Titeresante hablaremos cuando llegue el momento.

Premio al Mejor Espectáculo.

Recibió el deseado galardón el espectáculo El Princi-Pato (El príncipe envidioso) presentado en la Carpa Bagdad, el barracón más grande del Parque, una obra llegada de Badajoz fruto de la colaboración entre las dos productoras Marmore y Panduro, con la colaboración de la Junta de Extremadura, y dirección escénica de Álex Díaz.

Las dos actrices de Marmore/Panduro.

Las dos intérpretes, las actrices Ana García y Nuria Cuadrado, fueron las encargadas de recoger el premio, muy contentas de haber merecido este reconocimiento.

Foto de familia de todos los artistas asistentes a la entrega de premios. Foto de Manuel Minaia.

Hablaremos del espectáculo en la próxima crónica del Parque de las Marionetas.