Una de las citas mundiales que los marionetistas se fijan cada cuatro años, además de los festivales que se celebran periódicamente en casi todas las ciudades del mundo, siendo el de Charleville el más aclamado y de mayor renombre, es el Congreso Mundial de Unima, que este año llega a su veinteyuna edición. Por primera vez se celebra en una país asiático y China se tomó la delantera, proponiendo como lugar Chengdu, una ciudad poco conocida pero de una importancia capital, al tratarse del centro logístico, turístico e industrial de mayor relevancia de la China interior. Capital de la provincia de Sichuan en el sudoeste de China, tiene una población urbana de unos 14 millones de personas, la mitad situada en la municipalidad propiamente dicha de Chengdu y el resto en su area metropolitana.
La mesa de bienvenida en el Hotel Jinjiang
Impresiona entrar en el centro de esta ciudad imponente, cuyos edificios más emblemáticos poco tienen que envidiar a los de las grandes ciudades del litoral pacífico. Una ciudad que no parece colapsarse por el tráfico -al menos en la parte visible del centro- y que tiene todas sus motocicletas con motor eléctrico. Dato importante, a mi modo de ver, pues las miles de bicicletas que antes ocupaban las calles chinas, hoy han sido substituídas, al menos en Chengdu, por bastantes coches y por una miríada de motocicletas que circulan en silencio y sin sacar humo. Lástima que la medida no se haya extendido a los coches, pues sería realmente una manera importante de anticiparse al futuro. Pero ver los mares de motocicletas correr por el asfalto sin soltar ruido ni humos ha sido algo que me ha llamado poderosamente la atención.
Jacques Trudeau, Secretario General de Unima, y Ana María Allendes, de Chile
En el suntuoso Hotel Jinjiang se encuentra el centro de acogida de los titiriteros que acuden al Congreso o al Festival. Una mesa amplia llena de sonrisas recibe al recién llegado, que en seguida es atendido por jóvenes voluntarias que lo sitúan y le dan programa, indicaciones y acreditación. En el mismo hotel, en su majestuoso comedor, donde todo es bonito menos los precios de los tés -más caros que un viaje en taxi del aeropuerto al centro de la ciudad- se come y se cena, con un generoso bufé lleno de detalles y sabrosos manjares.
Poco a poco van llegando los conferenciantes de todos los rincones del mundo, y el hall del hotel se convierte en una babel magnífica dónde se hablan todas las lenguas del mundo. Inglés, francés y español son las que más suenan, por descontado, tres pequeñas islas en medio del agitado mar lingüístico chino, que nos rodea y desconcierta.
Alberto Bagno y Rubén Darío
Mañana habrá la Opening Ceremony, que se celebrará al aire libre,. en el Parque del llamado International Intangible Cultural Heritage. Una sorpresa que el Festival nos tiene reservado pues no se dice nada en el programa de su contenido. Por la tarde, tendrá lugar la presentación de una espectacular exposición de marionetas y sombras tradicionales chinas en el mismo lugar indicado. Y a las 18:30, el banquete oficial de inauguración con presencia de las autoridades locales, las internacionales del mundo de la marioneta, discursos y los bríndises que suelen hacerse en estas circunstancias.
Para calentar motores y dar una idea del espíritu convivencial de esta primera jornada, mostramos algunas imágenes con participantes recién llegados a Chengdu.
