Los dos jurados del Festival, el infantil y el de adultos, tras ver todos los espectáculos programados en este Titirijai 2025, y tras deliberar concienzudamente sobre los mismos, han otorgado los siguientes premios:
Premio al mejor espectáculo infantil a Sòmion, la ciudad de los oficios imposibles, de la compañía El Que Ma Queda de Teatre, de Santa Coloma de Gramenet, Barcelona.
Premio al mejor espectáculo para adultos a El Testamento, de Ramon Molins de la compañía Zum-Zum Teatre, de Lleida.
También tenemos que destacar el homenaje que el TOPIC de Tolosa dedicó a Paco Paricio, ese gran titiritero de Binéfar, que acudió con una de sus obras cumbres: Antón Retaco
Sòmion, la ciudad de los oficios imposibles
Como ya indicamos en la primera crónica publicada en Titeresante (ver aquí), Sòmion está interpretado por Juan Fernández, quien también firma la dramaturgia, y Juanjo Marín, responsable de la música del espectáculo y ejecutor en directo de la misma. Un equipo amplio de artistas de Santa Coloma que se han prodigado tanto en espectáculos de teatro como de calle, siendo este título el primero realizado con títeres, construidos en este caso por Eulàlia Aragay a partir de los diseños de Biel Frenández.

Imagen de Sòmion. Foto Ura Itirralde
Un primer trabajo titiritero creado con mucha gracia y una gran delicadeza poética. A su vez, plantea una temática que es de rabiosa actualidad, en una época como la actual, en la que tantas profesiones van a desaparecer, como nos indican los gurúes de la IA. Lo que significa que será necesaria mucha imaginación para inventar nuevas profesiones al gusto de cada uno. Que sea el aliento poético el empuje de tales innovaciones es fundamental para no caer en las garras de una tecnología que intenta matar lo humano.
El Testamento
El Testamento es un espectáculo unipersonal del director y actor de la compañía Zum Zum Teatre, de Lleida, una de las más potentes dedicadas al público joven y familiar de Cataluña, en el que Molins se hace frente al público esa pregunta que un día u otros todos nos hacemos: Y si me muero hoy o mañana o pasado mañana, ¿qué quedará de mí, a quién dejo lo que me pertenece?, ¿qué es lo que realmente tengo y me gustaría preservar?, ¿y cómo querría que fuera mi funeral?

Imagen de El Testamento. Foto Ura Itirralde
Como dije en la cuarta crónica sobre el Festival (ver aquí), En esta obra Ramon Molins se plantea cómo debería ser su testamento y, sobre todo, qué es lo atesorado en una vida que dejas en herencia. Lo bueno es que no se trata de un artificio inventado, sino que realmente todo lo que nos cuenta es verdad. Abre de algún modo su vida y su corazón frente al público, que escucha y atiende encogido en su asiento, pues aunque la mayor parte de las personas no son actores, finalmente los temas importantes de la vida son pocos y los mismos para todos, de modo que la mayoría se siente profundamente retratada por el actor, convertido en un espejo que nos refleja a corazón abierto.
Molins, él mismo gran director de escena, se ha rodeado de otros tres directores de peso: el reconocido Jokin Oregi del País Vasco, y los riojanos Julián Sánez-López y Izaskun Fernández, de la prestigiosa compañía El Patio. Una propuesta que, cómo explicaron al acabar la función en el ambigú del TOPIC, surgió por azar en un festival de Mallorca. Pudo así Ramon Molins distanciarse de sí mismo al tener enfrente a tres directores volcados en la idea y cuyo magnífico resultado solo se explica por la generosa sintonía que los cuatro alcanzaron, un caso insólito de entrega y entusiasmo por el proyecto.
Nekane Garayalde, la persona que coordina los jurados
Tuve la suerte de conocer a una de las personas que se encarga de coordinar los dos jurados del Festival, especialmente el de los niños, al ser ella misma maestra. Me refiero a Nekane Garayalde, figura que no aparece en los titulares de los programas, pero cuyo trabajo es tan indispensable como meritorio, al desarrollarse desde el voluntariado y siempre a la sombra de las luces escénicas.

Miembros del Jurado Infantil. Foto Ura Iturralde
Me contaba Nekane la ilusión de los chicos del jurado y la seriedad con la que se toman su faena, asistiendo a las representaciones libreta en mano y con prolongadas deliberaciones tras cada día de festival. Y lo mismo puede decirse del jurado de adultos con debates deliberativos naturalmente de distinta naturaleza.

Miembros del Jurado de adultos. Nekane Garayalde a la derecha. Foto Ura Iturralde
Me explicó también, cuando asistimos a la representación de Simplemente Clara, de Raimon Ruiz de la compañía Minus Mal en el Complejo Asistencial Uzturre de Tolosa para personas mayores con dificultades para desenvolverse por sí mismas, las visitas que organiza con regularidad de los chicos del instituto, con grupos de muy distintas edades, durante las que jóvenes y ancianos se encuentran, dialogan y se conocen mutuamente. Unas visitas que los residentes del complejo esperan como agua bendita, y que lo chicos han aprendido también a acudir con ganas, al descubrir mundos insospechados en personas a las que jamás se habrían dirigido.
Un trabajo, el de Nekane Garayalde, de una enorme importancia, en un mundo como el nuestro que ha sustituido la realidad de la vida por la ficción y la frialdad de las pantallas.
Últimos espectáculos
Este cronista no pudo asistir a los espectáculos de los dos últimos días del Festival, pero sí los vamos a citar, afín de dejar constancia de ellos. Son los siguientes:
Entrañas, de El Patio
Actuó en el teatro del TOPIC la reputada compañía El Patio de Logroño con su espectáculo Entrañas. Una obra que ya había visto en otra ocasión y que me gustó mucho, pensando en aquel momento que quizá fuera la que más me había impresionado del trabajo de Julián Sánez-López y Izaskun Fernández. Aunque luego vi la siguiente, Feriantes, que todavía me gustó más, de modo que con El Patio nunca se sabe cuál de sus obras te quedas, pues todas son excelentes.

Foto Ura Iturralde
Uno se hace la siguiente pregunta: ¿qué somos por dentro, cómo funciona nuestro cuerpo? Una pregunta, ciertamente, que de tanto sacarla a colación, la damos por contestada y sabida, cuando la verdad es que somos unos totales y absolutos ignorantes. Como dije en una ocasión en Putxinel·li (ver aquí):
Ocurre con este tipo de pregunta que cuando uno se la hace y empieza a meterse de verdad en ella, se abre un universo tan o más infinito que el cosmos donde habitamos, o al menos igual de inabarcable. Una verdadera caja de sorpresas que maravilla al explorador y que se convierte en una ramificación fractal de preguntas que van surgiendo sin que se obtengan respuestas satisfactorias.

Foto Ura Iturralde
Esto es lo que les ocurrió a Izaskun ya Julián, cuando decidieron hablar del amor y de determinados sentimientos pero metiéndose por dentro del cuerpo y por dentro de las emociones. El mundo que se les abrió fue tan grande, complejo y atractivo, que se lanzaron de cabeza atraídos por la tremenda amplitud de los conocimientos inexplorados. Así nos lo contaron en un pequeño coloquio después de la función. Pero al mismo tiempo, se dieron cuenta de que la magnitud de la empresa exigía un gigantesco ejercicio de apertura, que se hacía imprescindible la más estricta contención, si no querían perderse por el camino. Esta tensión entre el infinito del conocimiento, y la contención que pide la creación escénica, es seguramente el motor dramatúrgico de la preciosa aventura en la que se han embarcado los dos intrépidos exploradores.
Origen, de la cía. Arrels del Bosc
Se presentó en la sala pequeña Miguel Arreche del TOPIC este espectáculo aún en fase de construcción en el que la autora e intérprete solista, Carla Lucea, se pregunta: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Preguntas clásicas y esenciales que filósofos y humanos en general nos llevamos planteando desde miles de años.

Imagen de Origen. Foto Ura Iturralde
Origen es una propuesta delicada de teatro de objetos que busca las respuestas a esas preguntas a través del imaginario de tres mujeres, de tres generaciones de una familia.
Escapar, de Le Poisson Soluble
La compañía francesa Le Poisson Soluble, de la que ya vimos su magnífica obra Apnea, presentó en un escenario muy diferente, al aire libre en la Alondegia Plaza, otro título de suyo, Escapar. Las imágenes del programa nos muestran una situación de partida similar a la de Aponea, pero con desarrollos muy distintos.

Imagen de Escape. Foto de Ura Iturralde
Se trata de una parábola de lo cotidiano, una escapada nocturna llena de rocío marino. ¿Una tormenta bajo el edredón? La cama es a la vez el teatro de lo íntimo en un ring de lo absurdo, que nos invita a seguir una aventura bajo las sábanas y por Catherine Brocart y Yoann Rousseau, los dos titiriteros de la compañía.
Doña Barriga Verde, de Larraitz Urruzola, de Euskadi/Galicia
Conozco bien a Larraitz Urruzola, la única titiritera que en Galicia se ha atrevido a poner en escena al héroe característico del teatro de títeres popular de Galicia, Barriga Verde, con una singularidad: en vez de ser un títere en masculino, lo es en femenino, de ahí el título de Doña Barriga Verde.

Foto Ura Iturralde
Como dije en una ocasión, Doña Barriga Verde es Una obra a la vez farsa titiritera y manifiesto feminista, pues no hay artimaña que se le escape a la sagaz Dona Barriga Verde, mujer que gusta de la vida y de los hombres, solo desde posiciones libertarias y emancipadas. Lo que hace las delicias del público femenino, y sin duda causa desconcierto en las mentalidades más cerriles de los especímenes machos.
Y mientras se va desplegando esta inversión de los valores, la obra muestra buena parte del repertorio de los títeres populares, con números clásicos como el del Baby, cuyos lloros acaban con la paciencia de la fiera madama, homenaje al Punch and Judy más ortodoxo, o la pelea con la Muerte, burlada y aporreada como manda la tradición, la pendencia con el Dragón que sale de los infiernos, o el mismísimo Demonio, con quién se bate, aquí sí, como Dios manda, con la cachiporra bien afilada.

Foto Ura Iturralde
Aun viviendo en Galicia y trabajando allí en gallego, Larraitz es una vasca nacida en Tolosa con muchas ganas de presentar en su tierra natal a Doña Barriga Verde. Por fin su deseo se realizó, actuando en la Plaza misma del TOPIC, donde sin duda sorprendió y encandiló al entendido público tolosano.
Para leer más sobre Larraitz Urruzola, cliquen aquí.
Antón Retaco, con Paco Paricio, de Los Titiriteros de Binéfar
Como hemos dicho al principio, Paco Paricio fue objeto de un homenaje más que merecido, pues son muchos los agradables momentos que ha ofrecido al público tolosano con sus muchos espectáculos aquí presentados.
Acudió con Antón Retaco, una obra que conozco bien pues la vi ya en otra ocasión, creo que uno de sus capolavoros. Dije en marzo del 2023, cuando participó en el Festival que organiza La Estrella de Valencia ‘Titelles al Cabanyal’:

Foto Ura Iturralde
Se trata de una adaptación del libro Antón Retaco de María Luisa Gefaell (Premio Nacional de Literatura 1952), que Paco Paricio ha creado con preciosas canciones populares extraídas de un cancionero para las escuelas que durante la segunda República hicieron Elena Fortún y María Rodrigo. Una de las canciones principales, la de “A pasar a pasar a los caminos del mar…”, está compuesta por la misma compañía con una letra extraída del citado libro. A destacar, en este aspecto, la impactante calidad de los dos músicos que tocan en directo, David Aznar con el acordeón, y Quiri Arquiloé con la trompeta más un sinfín de instrumentos de percusión y de mil efectos sonoros de los que es consumado maestro.

Foto Ura Iturralde
Creo que, con la edad, Paco ha alcanzado esta única y envidiable madurez dulce que permite estar en escena sin tener que demostrar nada, pues su sabiduría teatral y su oficio de cómico ambulante de la legua le bastan para dar lo máximo de si mismo desde la naturalidad de quien se siente en casa, esta que permite elevar por un igual humildad, energía y generosidad.
El tirón que ejerce Paricio al espectador es irresistible, con un tratamiento de los títeres que va a lo esencial. Más que manipular los muñecos, los acaricia y los trata como partes de si mismo, sin afectación ni remilgo alguno, con un deje propio del lenguaje popular de quien ya solo se dedica a buscar lo importante, lo que comunica y llega de verdad a los espectadores, sean chicos o mayores. Pues no hay edad que se resista a sus dotes comunicativas. (leer más aquí)
Ephimeros, de la cía Nauta, de Galicia
Llegó de Santiago de Compostela esta nueva producción de Nauta, de la que ya pudimos ver su deslumbrante puesta en escena del Auto de A Barca do Inferno, de Gil Vicente, en una versión que impresionó al público de Tolosa cuando se presentó en el Titirijai del año 2023 (ver aquí)

Foto Ura Iturralde
En esta ocasión, Nauta llegó con una obra titulada Ephimeros, la cual, como indica el programa, es un espectáculo donde danza, máscaras y títeres convergen en un ritual que da vida a nuestro protagonista: Nanúa, una osa polar de hielo en un mundo arrasado por el ser humano.
Continúa diciendo Nauta: Intentando torcer el cauce antes de que sea demasiado tarde, aquí estamos. Ante un planeta cansado que se nos revela finito. El tiempo se nos escurre entre las manos y se encuentra, en un rincón oscuro, tal vez, nuestra última oportunidad. En las entrañas de la tierra una osa polar de hielo enfrenta a los humanos con su visión de la historia.

Foto Ura Iturralde
Espectáculo de títeres de hielo, máscaras y danza.
Seguramente me perdí uno de los títulos más interesantes del Festival, creación de un equipo joven de Galicia con muchas ganas de hablar de las cosas que más les preocupan e interesan. Planteado, además, como un ritual, que es una de las maneras más atractivas de dirigirse al público.