(Los portadores y los visitantes junto a Peio e Isabelita, los gigantes del Carnaval de Tolosa. Foto T.R.)

Seguimos con las crónicas sobre la 43ª edición del Titirijai 2025, que organiza el TOPIC de Tolosa, para hablar en esta ocasión no de espectáculos sino de una singular realidad festivo-titiritera realmente excepcional de Tolosa.  Me refiero a sus Gigantes y Cabezudos, obra del escultor y activista cultural Iñaki Moyua, figuras hoy ya consideradas por la Municipalidad y, lo más importante, por la población de donde son oriundos, como los representantes festivos de la ciudad más vistosos, hermosos y reconocidos como tales.

Idoya Otegui, junto a Maider Iglesias, hablando a los visitantes. Foto T.R.

Hablaremos en concreto de la visita que efectuamos un grupo de titiriteros: dos representantes del Puk Theatre de Tokio, Haruhiko Li y Ritsuko Ishida, y las tres directoras de festivales invitadas por RITTO (Red Internacional de Festivales de Teatro de Títeres de Otoño), Karen Acioly de Brasil, Roberta Colombo de Italia, y Andrea Pérez de Castro de Chile, a conocer el Titirijai de Tolosa. Lo hicimos capitaneados por Idoya Otegui, cofundadora del TOPIC junto a Miguel Arreche, y exdirectora del mismo desde su fndación en el año 2009 hasta su jubilación en el 2022.

Los gigantes de Tolosa: una singularidad en el ecosistema festivo de Euskadi

Como es bien sabido, la existencia de gigantes y cabezudos en nuestro país es conocida ya desde la época medieval, tomando un mayor protagonismo en los siglos del Barroco durante las fiestas del Corpus, cuando se extendió la costumbre de que en sus procesiones desfilaran no solo gigantes y cabezudos, sino otros seres fantásticos: dragones, águilas, las tarascas, los caballitos y tantas otras ocurrencias figurativas que se reparten por toda la geografía peninsular.

También en la memoria reciente de Tolosa hubo gigantes y cabezudos, los cuales, sin embargo, llegaron a finales de los setenta, tras cruzar a duras penas los años del Franquismo, hechos añicos.

Los Gigantes y cabezudos de Tolosa con la comparsa entera, frente al Ayuntamiento de Tolosa. Foto compañía

Ya sabemos que los primeros años de la Democracia en España fueron años de mucha actividad popular, mayormente activista y reivindicativa de las libertades cívicas y políticas. En todas partes surgieron iniciativas para recuperar antiguas tradiciones y ponernos al día en las cosas festivas de celebrar la vida, el comer, el beber y la Libertad.

Y es en este contexto donde debemos situar a los Gigantes y Cabezudos de Tolosa, como una creación nueva de figuras populares realizadas por un artista local, Iñaki Moyua, que supo conectar con el espíritu de la ciudad y elaborar unos gigantes de una enorme potencia visual.

Se inspiró para ello en los de Pamplona, los más viejos de la zona euskera parlante, pero con un porte y un acabado absolutamente singulares, que se caracteriza por el arrojo de sus rostros, una prestancia cargada de un sano orgullo y, lo más importante, una factura ágil y ligera, a pesar de su peso y envergadura, que permite a sus portadores hacerlos bailar con una gracia única, reconocida ya en los ambientes festivos como los gigantes que mejor bailan entre los miles que existen en nuestro país.

Estamos hablando de unas figuras ejecutadas en fibra de vidrio, lo que garantiza duración y resistencia a la intemperie, y dotadas de un vestuario rico y elegante. Son unos gigantes que han nacido tras un minucioso estudio etnológico que permite identificarlos, por razones históricas, folclóricas y costumbristas, con la villa de Tolosa y su gente.

Bien sabido es que los gigantes por regla general representan figuras populares, históricas o fantásticas de una localidad. Su finalidad es proporcionar a la población unas figuras arquetípicas con las que puedan identificarse y que, a su vez, puedan ejercer una función protocolaria de ‘representación de la ciudad’. Los gigantes de Tolosa, así como sus cabezudos, tienen en su haber estos dos logros, algo que no siempre sucede y que en la actualidad cada vez es más difícil de conseguir, a causa de las contaminaciones visuales y simbólicas existentes.

Los gigantes bailando en Tolosa una de sus coreografías. Foto compañía

También a tener en cuenta el largo trabajo realizado por Iñaki Moyua en la construcción de los gigantes, lo que ha permitido experimentar y hallar las mejores soluciones de peso, equilibrio y vestuario para su lucimiento en el baile. Ello ha sido posible porque su autor ha sido también el organizador y director de la comparsa encargada de moverlos. Se trata de un hecho excepcional en la construcción de los gigantes, que normalmente están hechos según patrones fijos, lo que suele traducirse en un acentuado hieratismo en sus portes y movimientos. Esta experimentación de años es lo que explica los sofisticados bailes que suelen protagonizar, con coreografías vistosas y poco usuales, y que los gigantes ‘bailen de verdad’.

En este sentido, existe todo un repertorio de coreografías pensado para estos gigantes, teniendo en cuenta su peso, altura y capacidad de movimiento. Unas coreografías que han sorprendido a los especialistas giganteros de otras localidades, como ocurrió cuando se dieron a conocer en Pamplona. Todo ello le da una singularidad especial única en su género.

Que se hayan podido crear equipos de portadores a lo largo de treinta años, ha sido también clave para que hoy en día exista una comparsa compuesta por un número de unos 30-35 portadores-bailadores. Es decir, son unos gigantes que disponen de un equipo muy bien formado, con experiencia y prestos a salir a la calle. De hecho, la comparsa se ha convertido en una escuela de baile de gigantes, algo insólito e inusual.

Que esos gigantes se hayan convertido en figuras que representan, de un modo popular y muy extendido, a Tolosa y a sus ciudadanos, lo demuestra su presencia siempre solicitada y esperada en las principales fiestas tolosarras, como pueden serlo el Carnaval o por San Juan. De hecho, se han convertido en ‘embajadores’ reconocidos de la ciudad, habiendo desfilado y bailado en sus viajes invitados por otras ciudades del país y del extranjero. Su participación en el importante Festival de Iida en Japón puede considerarse un hito en esta capacidad de representación simbólica de Tolosa.

Gigantes y comparsa, con Idoya Otegui en el centro, en Iida, Japón

Todo lo dicho puede resumirse en lo siguiente: los Gigantes y Cabezudos de Tolosa se han convertido, tras sus 35 años de existencia, en un verdadero patrimonio de la ciudad y del País Vasco, es decir, en un bien artístico y cultural para las generaciones presentes y venideras, susceptible de una enorme estimación cultural y por ende económica para la ciudad y para Euskadi en general.

Características de los Gigantes de Tolosa

Los personajes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Tolosa, fruto de la visionaria iniciativa del artista Tolosarra Iñaki Moyua Telleria, han pretendido representar la historia y cultura de su villa natal.

Para llevar a cabo sus creaciones, el artista aplicó materiales como la fibra de vidrio y la resina de poliéster sobre el modelado original en arcilla roja, sin utilizar ningún tipo de molde o negativo, lo que las convierte en piezas únicas, exclusivas e imperecederas.

Dice el propio Iñaki Moyua, autor de los gigantes:

Las facciones de sus rostros son básicas, elementales, algunos poseen muy poco perfil, son como dibujos en 2D y es precisamente este “supuesto defecto”, el que se convierte en virtud, a la hora de conseguir la mágica complicidad que tienen estas figuras con sus más fervientes seguidores, las niñas y los niños que componen el público infantil.

A primera vista, los Gigantes, quietos y apoyados en el suelo, resultan cortos por la parte inferior, y es al levantarse cuando adquieren unas proporciones asombrosamente armónicas.

Peio e Isabelita con el euiqpo de portadores que nos recibió y Maider Iglesias. Foto T.R.

Sus cabezas, cuando las figuras están en reposo, se muestran ligeramente inclinadas hacia atrás, dándoles una apariencia orgullosa pero, sobre todo, posibilita que nunca coincida el eje del portador con la parte superior del Gigante, facilitando estabilidad a la hora de bailar y por consiguiente, minimizando, al máximo, el peligro de accidentes.

Los hombros de los Gigantes están muy caídos, para darles una apariencia más relajada y romper así con la habitual rigidez que han tenido tradicionalmente este tipo de figuras.

Peio e Isabelita bailando para los visitantes. Fotos T.R.

El peso está distribuido de manera muy inteligente, siempre de menos (en la parte superior), a más (en la parte inferior) sin poner demasiado énfasis en la “cantidad” de peso y si en su distribución.

Otra característica es la del gran volumen de las cabezas de los Cabezudos y la, incluso exagerada, anchura de los Gigantes, con la intención de “llenar la calle”, acompañada del vuelo de capas, faldas, cintas y en algún caso, prescindiendo de alguno de estos elementos para conseguir que el conjunto resulte más vistoso y dinámico.

el cabezudo Kalderero, con Don Domenjón Gonzalez de Andia y Doña Catalina de Tapia al fondo. Foto T.R.

Los personajes de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Tolosa reúnen una serie de características singulares y, en algunos casos únicas, pero por encima de todo, estas figuras fueron ideadas para disfrutarlas en movimiento, es entonces cuando su categoría artística resplandece en su máxima expresión, haciendo gala de una plasticidad fuera de lo común. Ninguno de esos fundamentos artísticos están aplicados a capricho del autor, no responden a los cánones anatómicos empleados en el arte habitualmente, sino que siempre han estado sometidos a la obsesiva finalidad de crear una obra de expresión artística funcional. Es ahí donde reside uno de sus principales valores.

La Visita

Fue un placer visitar el local donde viven, se restauran y bailan los Gigantes de Tolosa, ya sea para ensayar o para mostrar a las escuelas que acuden y a los visitantes que allí peregrinan cómo se mueven y cuáles son sus secretos más íntimos.

Nos recibió Maider Iglesias, responsable logística de la comparsa que hoy se encarga de mover a los gigantes, muy emocionada de mostrar sus tesoros a representantes internacionales del mundo de los títeres. Además de las tres damas invitadas por la red de Festivales de Otoño RITTO, ya antes citadas, estaba también el director del Teatro Puk de Tokio, Haruhiko Li, y Ritsuko Ishida, una de las titiriteras del Puk Theatre, gran manipuladora del llamado Kuruma Nyngio (el Bunraku movido por un único portador sentado en un taburete con ruedas). Igualmente estaban Idoya Otegi, ya mencionada, Ana Gallego, tesorera de la Red RITTO, y este cronista.

Uno denlos portadores entrando en Isabelita. Foto T.R.

Junto a Maider Iglesias, nos esperaban cuatro jóvenes portadores de la comparsa: Jon Díaz, Jesús García, Andoni Arzallus e Iñigo Arzallus, afín de mostrar los señeros habitantes del lugar en movimiento.

Qué decir de las exclamaciones de asombro de los que allí estábamos y que todavía no conocían a los gigantes ni tampoco la gran tradición gigantera de nuestro país. Quedaron maravillados del porte de esos seres extraordinarios y aún más cuando vieron que podían ser portados y bailar con alguien dentro de ellos insuflándoles vida.

Haruhiko Li, tras haber entrado dentro de Doña Catalina de Tapia para hacerla bailar. Foto T.R.

Haruhiko Li, con ganas de probar uno de ellos, se puso bajo la piel de Doña Catalina de Tapia, logrando dar varios pases de baile para sorpresa y asombro de los presentes. También Ritsuko Ishida se atrevió con uno de los cabezudos, concretamente con la bruja Sorgiña, bailando con él como si lo hubiera hecho toda la vida.

Ritsuko Ishida con el cabezudo de la Sorgiña. Foto T.R.

Y tras las múltiples explicaciones con profusión de anécdotas y recuerdos, como el fantástico viaje realizado a Japón para participar en el Festival de la ciudad Iida, en uno de los congresos de la asociación AVIAMA de ciudades marionetistas, dos de los jóvenes portadores hicieron una exhibición haciendo bailar a los dos gigantes que representan el Carnaval de Tolosa: Isabelita y Peio. Lo hicieron, como quién dice, sin despeinarse, tal era el oficio adquirido en estos menesteres singulares de ser titiriteros moviendo a sus títeres no desde fuera sino desde dentro, dando fuerza orgánica al exterior inorgánico.

El baile de la Sorgiña, llevada por Ritsuko Ishida. Foto T.R.

Pudimos así entender y admirar la maestría adquirida por estos gigantes únicos, creados para poder saltar y bailar desafiando todas las leyes de la física y la gravedad.

Los Gigantes, uno a uno

Domenjón Gonzalez de Andia
PESO: 58Kg. ALTURA: 3’85m.

Domenjón Gonzalez de Andia. Foto compañía

Lleva un casco de latón repujado. Armadura esculpida sobre armazón superior y acabado en pan de plata. Pergamino medieval. Capa ornamental con gran vuelo de tela de tapicería.

Representa a un importante personaje histórico del siglo XV. Nació en Tolosa en 1410 (Torre de Andia). Se le considera como la persona que logró acabar con las guerras banderizas en la Provincia de Guipúzcoa al liderar a la hermandad de Guipúzcoa en 1457 en su rebelión contra los señores feudales propiciando su expulsión del territorio. Es considerado como quien asentó las bases del régimen foral del territorio hasta el siglo XIX y ejerció de intermediario por sus vecinos de Tolosa para evitar que el Rey los castigara por el asesinato del recaudador de impuestos Jacob Gaon en 1463, siendo nombrado posteriormente como corregidor de Guipúzcoa por los Reyes Católicos. Gracias a sus elevadas dotes diplomáticas, sirvió como consejero en las cortes de los reyes castellanos Juan II, Enrique IV y en la de los propios Reyes Católicos.

En 1471 acudió en auxilio del rey inglés Eduardo IV en su enfrentamiento con el rey francés Luis XI y Enrique VI, durante la guerra civil inglesa conocida como “Guerra de las Dos Rosas” y por ello, fue distinguido como caballero de la Orden de la Jarretera por parte del rey inglés.

Falleció en Zumaia (Guipúzcoa) en 1489 a los 79 años de edad. Por todo esto y muchas otras razones fue conocido popularmente como “Gipuzkoako erregea” (el rey de Guipúzcoa).

Doña Catalina de Tapia
PESO: 55Kg. ALTURA: 3’85m

Doña Catalina de Tapia. Foto compañía

Viste gran capa de tela de tapicería con capucha ornamental.
Ramo de flores artesanal.

Representa a la mujer de Domenjón Gonzalez de Andia. Se estima que nació entre 1382 y 1442, y se dice que era una mujer de mucho carácter. No hay muchos datos sobre ella, casó con Domenjón con el que tuvo tres hijos y una hija: Antón de Andia, Pedro Gonzalez, Licenciado Beltrán Martínez y Catalina.

Bordondantzari
PESO: 58Kg. ALTURA: 3’85m

Bordondantzari. Foto compañía

Exhibe una especie de alabarda esculpida en madera replicando la utilizada en la tradicional Bordon-dantza de Tolosa.
Tradicional pañuelo de Bordon-Dantzari sobre la cabeza.

Representa la Bordon-dantza (baile). Dicho baile se asocia a la victoria de los Tolosanos sobre un ataque navarro el 19 de septiembre de 1321. En conmemoración, todos los años se celebra la Bordon-dantza el día de San Juan (24 de Junio).

Neskatila
PESO: 55Kg. ALTURA: 3’85m

Neskatila. Foto compañía

Con una cesta de mimbre con flores.
Pañuelo tradicional sobre los hombros y la cabeza.

Lleva el traje tradicional de Guipúzcoa utilizado por las “dantzaris” (bailarinas) de bailes típicos vascos. Este traje también es utilizado en fechas señaladas como 24 de diciembre día de Nochebuena.

Peio
PESO: 58Kg. ALTURA: 3’90m

Peio. Foto compañía

Antifaz carnavalero.
Batuta con representación del Toro del Aguardiente de Tolosa.
Partitura modelada en la mano haciendo referencia a la habanera musical llamada “Peio ziri-ziri” (Tolosako Iñauteriak).
Gorro tipo bufón que forma parte del modelado de la cabeza.
Piezas de terciopelo en la vestimenta con representaciones, en forma de dibujo infantil (pintadas a mano), de las charangas que participan en el carnaval deTolosa. Modelado de las manos con forma de guante.

Este personaje completamente original ideado y diseñado por su autor, es la representación masculina del carnaval de Tolosa. Su nombre proviene de la habanera “Peio ziri-ziri” (canción del carnaval de Tolosa).

Isabelita
PESO: 55Kg.  ALTURA: 3’90m

Isabelita. Foto compañía

Paraguas de colores.
Partitura modelada en la mano haciendo referencia al vals llamado “Isabelita” (Tolosako Iñauteriak).
Antifaz carnavalero.
Gran sombrero que forma parte del modelado de la cabeza.

Este personaje completamente original ideado y diseñado por su autor, es la representación femenina del carnaval de Tolosa. Su nombre proviene del vals “Isabelita” (canción del carnaval de Tolosa).

CABEZUDOS

Akerra

Foto compañía

Es una representación, una mezcla entre el Macho cabrío (Aker) y el demonio (Gaueko). Se dice que era una figura adorada por las Brujas que le bailaban y hacían ofrendas a su espíritu. Otras leyendas cuentan que era el diablo que a veces aparecía con esta forma, en varios lugares relacionan su presencia en los establos como un sinónimo de salud para su ganado.

Sorgiña

Foto compañía

Representa a una Bruja. Es un personaje mitológico de muchos lugares del mundo, también vasco. Las leyendas acerca de las brujas son muy extensas y hay muchos lugares relacionados con ellas, en la mitología vasca hay varias historias en las que esta figura está unida a la del Akerra.

Ostegun Gizen (Sukaldaria)

Foto compañía

Conocido por los niños como “Sukaldaria” (cocinero) por su vestimenta. Representa el 1er día del carnaval de Tolosa, el Jueves Gordo (Ostegun Gizena), donde a las 12:00h del mediodía se da comienzo a estos 6 días de fiesta.

Ostiral-Mehe (Kokotxas)

Foto compañía

Conocido por los niños como “Kokotxas” (barbillas) por su gran tamaño. Representa el 2º día del carnaval de Tolosa, el Viernes Flaco (Ostiral Mehea).

Kalderero

Foto compañía

Representa el Carnaval de Tolosa. Los caldereros llegan el fin de semana anterior al carnaval para anunciar la llegada de este.

Kabila (Txilabas)

Foto compañía

Representa a una de las muchas sociedades que hay en Tolosa, El Kabila. Va vestido con el traje de dicha sociedad, conocido entre los niños como “Txilabas” ya que su traje es una chilaba blanca bajo una capa verde.

Tolosano (Txantxo)

Foto compañía

Representa a la sociedad Tolosano de Tolosa. Va vestido con el traje de esta, es conocido entre los niños como “Txantxo” (máscara, careta, disfraz).

Popeye

Foto compañía

Representa a la sociedad Aizorratz-Veleta de Tolosa. Lleva el traje representativo de esta.

Ero-Etxe

Foto compañía

Representa a la sociedad Ero-Etxe (casa de locos) de Tolosa.
Va vestido y maquillado de manera similar a como lo hacen en esta.