(Gerardo Capoblanco en plena actuación. Foto compañía)

Los próximos días 25 y 26 de mayo de 2024 actuará en el Teatro Arbolé de Zaragoza el veterano titiritero Gerardo Capobianco, de la compañía Pizzicato Teatro, con la obra que lo ha dado a conocer como uno de los grandes maestros del títere de guante de lo que podríamos llamar la Escuela Argentina.

El Caballero sin Caballo es, en efecto, una obra en la que brillan estas características propias de la modalidad del títere de guante argentino: un dominio exquisito del lenguaje y un humor socarrón que Capobianco borda con sus juegos de palabra, sus silencios y pausas en la manipulación, y el apoyo de la música que él mismo ejecuta en directo. Y todo ello con la simplicidad y la poesía que ofrece el guante cuando está bien manejado por el titiritero.

Foto compañía

Como escribí ya en una ocasión, ‘se centra Capobianco en un clásico retablo de títere de guante, con un simple decorado de fondo que da pie a crear tres espacios distintos, a los que añade dos más en el propio escenario de la acción: arriba y abajo. Es decir, sólo con los movimientos de los títeres y nuestra imaginación, el de La Plata consigue ampliar el retablo en cinco espacios distintos, lo que da un juego extraordinario a los personajes. Una historia de corte medieval, con un Rey, una Princesa y un Caballero rubio que debe salvar a la Princesa. El malo es el Brujo, habitante de las mazmorras y otros lugares oscuros y tenebrosos del palacio, que comparte habitáculo con el Duende y otro ser de las tinieblas. Dos centinelas vigilan que nada ocurra a la Princesa.’

Foto T.R.

‘Capobianco ofrece al público una preciosa lección de buen titeritismo y un alarde de habla repleta de buenos hallazgos, riqueza de lenguaje y afinado sentido del humor. Una vez más la maestría de los titiriteros argentinos dotados del don de la palabra y del buen discurrir narrativo maravilló al público español, de Zaragoza en este caso, poco acostumbrado a semejante despliegue de facultades y gracia espontánea. El público supo valorar la labor de Capobianco con sonoras carcajadas y unos sentidos y prolongados aplausos finales.’

No se lo pierdan