(Imagen de La Isla del Tesoro, del Teatro Arbolé, con Iñaki Juárez)

Las programaciones de los teatros siguen su curso habitual, encarando las restricciones de aforo con un respeto absoluto a las medidas sanitarias de precaución frente al Coronavirus, con el objetivo no solo de mantener el público sino de fidelizarlo con estos esfuerzos añadidos que garantizan la salud de todos. Lo vemos en todos los teatros de nuestras ciudades, una excepción europea de respeto al público y a los artistas, pues bien sabido es que en otros países de la UE el cierre en espectáculos y conciertos es total.

Mencionamos en este artículo los esfuerzos del Teatro Arbolé de Zaragoza, que para la Semana Santa ha preparado una Maratón de Títeres para satisfacer a su clientela habitual y a los posibles espectadores que se encuentran de paso o de visita por la capital maña.

Dos espectáculos de la casa, La Isla del Tesoro, un trabajo solista del maestro Iñaki Juárez (ver aquí) y un clásico de la compañía con Pelegrín de protagonista (ver aquí) titulado El Caballero Encantado. En esta ocasión, en vez del clásico retablo, Pelegrín aparece como títere de mesa con manipulación a la vista, en una versión libre de tres capítulos del Quijote de la Segunda Parte.

El tercer espectáculo viene de León, producción del Teatro Diadrés, con el título de El poli Panoli y la princesa Ravioli. Dirección de Iñaki Juárez e interpretación de Antonio Ramón y Yasmin Fernández. Los muñecos son de Títeres sin Cabeza.

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