El significado oculto de la canción de Madonna Like a Virgin

Juan Carlos Onetti decía que todo lo que nos sorprende es justamente aquello que confirma el sentido de la vida. Ese sentido de la vida basado en la sorpresa es lo primero que me viene a la cabeza altratar de escribir sobre los veinticinco años que han transcurrido desde la creación de la coordinadora de Salas Alternativos hasta hoy. Sorpresa al hacer memoria de lo pasado, deseado y conquistado,sorpresa por lo que supuso, supone y puede suponer la existencia misma de una coordinadora de Teatros Alternativos hoy en día,sorpresa al hacer recuento, poner en orden, recuperar las ideas éticas y políticas que nos movieron hace años, sorprendido gratamente por la tarea y los logrosconquistados durante estos años, y más, hoy, en época de incertidumbre y desasosiego. La coordinadora existe y confirma mi sentido de la vida y mi relación con el teatro, las artes escénicas ó las artes vivas, como gusta llamarlas ahora, intentando ser algo renovador y de vanguardia. Aunque yo siempre he pensado que lo nuevo siempre tiene mucho de viejo.

Sala La Fundición, de Bilbao.

La aparición en 1992, de la coordinadora, supuso la visibilidad de una serie de espacios teatrales impulsados y gestionados por colectivos y personas que unían a su vocación de estabilidad y continuidad, un proyecto estético y ético, espacios que respondían a una estrategia política; la coordinadora ayudo a superarla presencia local de estas salas y permitió visibilizar,en todo el estado,otra manera de hacer, crear, programar y mantenerse independiente al margen de las autoridades culturales. Creímos estar haciendola Cultura de los cualquiera, parecía que podíamos ser alternativo, Sanchis Sinisterra decía en aquel momento: estamos poniendo los cimientos de una verdadera alternativa. Hoy que se habla de la cultura de los comunes, recuerdo como las salas alternativas nacían, casi sin recursos, para poner en valor las nuevas dramaturgias, la innovación, la vanguardia y la tradición, los espacios surgían del sentimiento ácrata y suponían situarse al margen de instituciones y estrategias culturales, se abrían a un sector joven de la creación contemporánea que buscada lugares donde no se primase lo económico-comercial y se pudiera trabajar sin censura. Larga es la lista de dramaturgos, hoy instalados en el establishment, que empezaron en las salas alternativas.

Sala La Imperdible, de Sevilla.

Ya en los comienzos tuvimos siempre dudas: ¿Alternativa a qué?, esta ha sido siempre la pregunta que nos ha perseguido.Alternativos, ¿qué nos unía y nos une?, ¿porqué y para qué nos organizamos?. ¿Éramos realmente la alternativa a algo?. Al tratar de contestar estas preguntas me siento condenado a la melancolía. En uno de los primeros Congresos de la coordinadora, en un centro vacacional de Málaga, aislados del mundo, surgió el concepto de nebulosa para explicar la Alternativa, éramos la nebulosa. La nebulosa entendida como materia cósmica difusa y luminosa, muy extensa, formada por polvo y gas. ¿Esta materia difusa y luminosa es lo que nos unía?.Ahora pienso que la precariedad crea lazos y permite, como decían los viejos anarquistas, la afinidad de ideas. Esto si nos unía y hoy nos debe de seguir animando: La afinidad de ideas. Después de tanto tiempo, recordando el vaivén de inconformismo e integración que impregnaba los primeros encuentros de la coordinadora de Salas alternativas, hemos olvidado la pasión ácrata y pasamos demasiado tiempo generando una enorme dependencia subsistir. Difícil coyuntura la que vivimos y muchos los acontecimientos que nos han marcado en estos años (El Circuito de la Red, Los encuentros de Magalia, La Internacionalización de la organización, el aumento de socio, etc.)

Oscar Wilde decía: la única ventaja de jugar con fuego es que uno aprende a quemarse. Nada más acertado para definir la actividad cultural a lo largo de estos años en la coordinadora de Salas Alternativas; jugar con fuego es el devenir constante de las salas de la coordinadora, al final aprenden a quemarse y trascienden la poética y el canon, hacen cultura, construyen una narrativa y un discurso alternativo.

La Sala Pradillo, de Madrid.

Explicar nuestro compromiso es explicar una comunicación cercana entre realizadores y espectadores, un intento por priorizar la idea de proceso frente a resultado, y tratar de comprender un proyecto cultural capaz de devolver a la actividad artística el lugar que le puede y debe corresponder en la cultura actual.

Me pregunto: ¿se han perdido los valores iniciales de la coordinadora?; el público sigue siendo una entelequia, la única certeza que tengo, ante tanta incertidumbre, es que el público se crea en función de lo que se ofrezca, las salas deben ser refugio de un espectador que aunque no tiene hábitos vive la cultura como una necesidad y no como tiempo de ocio, un espectador inteligente y políticamente activo. Ahora vemos como nacen muchos y nuevos  espacios escénicos que como nosotros, hace veinticinco años, se rebelan como alternativa. El ciclo se repite y se produce un cambio generacional que mantiene viva La cosa.

No me cabe ninguna duda que el teatro debe volver a participar del debate político a nivel público, los espacios escénicos deben construir espacio público, sin inocencia. Hoy vivimos tiempos frenéticos y emocionantes, tiempos de cambio cargados de deseos y expectativas que se abren a nuevas formas de vivir lo cultural y, por supuesto, el teatro debe vivir estos tiempos, siendo audaz como en su día fue la coordinadora de Salas Alternativas.

Teatre Tantarantana, de Barcelona.

Hace veinticinco años fuimos conscientes del disenso existente, pero configurábamos una nebulosa más política que estética que nos permitió ir juntos, hoy el disenso esta presente, las velocidades son distintas y se nos integra en el engranaje de poder cultural, pero sabemos y somos conscientes que la cultura y el teatro son una fuente de riqueza colectiva que produce identidades e imaginarios, por ello los espacios que gestionamos, son un buen lugar para experimentar y elaborar la crítica.

Por eso creo que hoy, más que nunca, debemos articular un discurso político en torno a esta riqueza que representamos, para defender la cultura como derecho y el acceso universal a la misma. Es un elemento de definición ideológica que no puede faltar nunca en nuestro quehacer diario como ejecutantes de la actividad cultural.

Interior del antiguo Teatro Malic, de Barcelona.

Hace veinticinco años, se estrenó la película de Tarantino Reservoir Dogs y se creó La Coordinadora de Salas Alternativas. Coinciden dos acontecimientos que para mi marcaron una época y una manera de entender el mundo. El fin de la historia era una falacia y las utopías igualitarias hoy se recuperan para el discurso político.

¡Público!, ¡respetable público!, la función debe continuar.

 

Esteban Villarrocha Ardisa
Director de Teatro Arbolé