(Foto compañía)

Se ha presentado en Barcelona, en una de las aulas de exhibición del Institut del Teatre, el singular y brillante proyecto La Distancia – cápsulas de memoria, una creación de las compañías Coma 14, de Mallorca, y La Société de la Moufette, de Madrid/Bélgica, con dirección de Tolo Ferrà, a partir de una dramaturgia elaborada por Vera González y Tolo Ferrà.

Como dice el programa, La Distancia es ‘un proyecto multidisciplinar que mezcla teatro relacional, artes vivas, instalación artística y tecnología. Una pieza compuesta a partir de testimonios reales, poesía visual, textos dramáticos, creación audiovisual y poesía’ sobre la pandemia del COVID19 y sus consecuencias en la vida cotidiana: lo que representó la parada de todo el engranaje social y el confinamiento de seis meses.

Foto compañía

Entramos en una sala oscura solo iluminada por un círculo alrededor de cuyas luces hay seis cajas con auriculares donde se nos indica que debemos colocarnos. Cada una esconde una realidad distinta, como iremos comprobando. Las cajas están numeradas, un detalle importante pues cuando acaba el visionado, una voz en los auriculares te indica cuál es la caja siguiente.

Foto compañía

Veo en la primera un patio interior entre varios edificios, con las ventanas y los balcones iluminados, sin nadie a la vista, pero oigo las voces de los que están dentro. A vista de pájaro, como si fuéramos un Diablo Cojuelo del siglo XXI, percibimos desde las alturas de nuestro punto de observación los interiores de cada piso, palabras de la vida privada de personas que allí viven, quizás confinadas. Vemos objetivada la distancia de la cercanía separada de los vecinos, cada uno con sus vidas, sus obsesiones, sus disputas y sus inquietudes, bien metidas en cada piso. Palabras que han escrito en este caso Vera González y Tolo Ferrà. Pues para cada caja se ha encargado el texto y la situación a un autor diferente.

Otra caja nos muestra el interior impoluto y vacío de una UCI, el lugar fatídico donde la pandemia encerró a tanta gente, muchos de los cuales no salieron de allí con vida.

Foto compañía

La siguiente muestra el interior de una escuela de clases sin alumnos, donde los únicos que hablan son las mesas y las sillas vacías, que esperan con ansias y apremiante ilusión la llegada de los niños, sus risas, su vitalidad caótica.

¿Qué hemos vivido en esos extraños días de la pandemia, cuando estábamos confinados? Los creadores del proyecto lo sintetizan con una palabra: Distancia. Una palabra que resuena en cada una de las seis cajas de distinto modo, según la han vivido los diferentes autores que han elaborado los textos para cada situación. Una distancia forzada que ha roto los infinitos enlaces espontáneos de la vida y ha dejado desnudos y al descubierto no pocas condiciones, miserias, carencias y sinsabores en los que estamos inmersos.

Foto compañía

Pero lo genial de la propuesta de Tolo Ferrà y Vera González es que han conseguido materializar y hacer visible y vivible esta Distancia mediante el rito escénico de las seis cajas, a través de un visionado ordenado y sucesivo de las mismas. Pues en la instalación, la distancia lo impregna todo: las miradas son individuales, separadas de las de los demás; lo que vemos tan cercano en las cajas en realidad aparece lejano al ser objetos que vemos a una escala pequeña; no hay figura humana alguna visible de tres dimensiones, ni siquiera miniaturizada. Las únicas imágenes de personas surgen en las dos dimensiones de la pantalla, en algunos fondos y paredes de las maquetas. Cuando aparecen imágenes de una ciudad, Roma, la vemos vacía, sin alma alguna. Distancia radical, pues, de lo que es una ciudad: un lugar que ha dejado de ser para la convivencia humana. Los parques están vacíos, las escuelas, los supermercados, los patios de vecinos. Y resuenan distanciadas las voces de los ausentes, que hablan desde sus interioridades subjetivas. O los mismos objetos, que toman la palabra ante el silencio de los humanos.

Foto César Font

Distancia es la condición indispensable para la introspección y la reflexión. Sin distancia es imposible vernos reflejados en los espejos de la realidad y de los demás. Esa palabra que resume la pesadilla de los meses de confinamiento, es a su vez la que nos permite saber quiénes somos, ‘vernos desde la distancia’, conocernos desde ángulos nuevos, desconocidos. Palabra gozne que nos condena y nos libera.

La propuesta de Tolo y Vera hace que eso sea posible, con el artificio de la visión sucesiva y ordenada de las seis cajas, que ellos consiguen ritualizar creando un entorno de misterio y penumbra, en el que pueda resonar con fuerza la palabra-gozne del título, Distancia. Al final, los siete u ocho espectadores son invitados a sentarse unos enfrente de los otros, mientras una actriz, Tilda Espluga en la presentación de Barcelona, interviene de viva voz para explicarnos la experiencia de una limpiadora en plena pandemia.

Foto César Font

Teatro de la Distancia, podríamos definir así la propuesta presentada en el Institut del Teatre. Un proyecto que consigue dar un contenido dramatúrgico y profundamente teatral a esta práctica de las cajas de visión unipersonal (también llamadas lambe-lambe en algunas de sus modalidades) y que, al establecer con tanta rotundidad y rigor el efecto de distanciación pregonado por su mismo título, en el doble sentido ‘gozne’ de la palabra, debería ser de visita obligada.

Pienso en los festivales y en los teatros con espacios grandes, pero también en los museos, centros de cultura e incluso universidades, al requerir un único espacio diáfano y en penumbra. En todos ellos debería verse La Distancia.

Por último, es necesario alabar el rigor, la complejidad y la riqueza de la producción en sí misma, capaz de aglutinar a un tal número de artistas, técnicos y escritores, con una realización impecable, minuciosa y detallista en cuanto a la técnica, los vídeos, la iluminación, los textos, la música y las imágenes creadas para cada caja. Todo ello nos indica hasta qué punto el ‘teatro de la distancia’ por el que han transitado Coma14 y La Moufette pertenece a este campo hoy cada día más frecuentado del teatro cuando se junta a las disciplinas del Conocimiento, en búsqueda de experiencias ritualizadas de autoobservación y de autoconciencia, que son las que finalmente nos hacen humanos.

Ficha artística:

Dirección y vídeo
Tolo Ferrà
Dramaturgia
Vera González y Tolo Ferrà
Escenografía

Amaya Cortaire
Diseño sonoro
Iñaki Rubio
Asesoría iluminación

Juanjo Llorens
Textos
Antònia Vicens | Silenci blanc

Denise Despeyroux | Roma vacía
Itxiar Pascual | La vuelta
Rulo Pardo | Supermercado
Jorge Muriel | Tan lejos, tan cerca
Vera González y Tolo Ferrà | En la ciudad
Composición musical
Julie Reier | Silenci blanc

Iván Palomares | Roma vacía
Mariano Marín | La vuelta
Iñaki Rubio | Supermercado
Iñaki Rubio | Tan lejos, tan cerca
Antoni M. March | En la ciudad
Construcción escenografía y atrezzo
Marta Kniaz, Néstor Alonso, dr. crea, Ismael Bautista
Voces
Patxi Freytez, Tolo Ferrà, Javier Lago, Ana María Marí, Gema Carvalledo, Vera González, Rulo Pardo, Miguel Álvarez, Xisca Ferrà, Esther D’Andrea, Emi Caínzos, Manuel Román, Roberto Cerdá, Lidia Otón, Isidra Mora, Laia Álvarez, Pau Ferrà, Ona Ferrà, Pedro Mas, Jorge Muriel, Antonia Ferrà, Jose Gómez
Testimonios
Carmen Moreno (madre), Carmen Moreno (hija), Juana Cañero (madre), Soledad Trapero (hija), Sixta Martín (madre), Consuelo Vaquero (hija)
Vídeo 2D motion
Daniel Santiago
3D Dossier
Gema Ablanedo
Vídeo 2D motion
Daniel Santiago
Agradecimientos
Pablo Rouces, Francisca Esteba, Gregoria Torío, Samuel Sánchez, Silvia Pintado, Marisa y Rosa, ZENITaudio, Llar d’ancians IMAS de Palma
Producción
Coma14 y La Société de la Mouffette