Se inauguró el lunes día 20 de julio, en la sala de exposiciones de la Direção Regional de Cultura do Alentejo, en Évora, la exposición realizada por el maestro titiritero Manuel de Costa Dias, de la compañía Trulé, con el título de ‘A Possível História das Marionetas’. Consiste en el primer acto de un programa dedicado al mundo de las marionetas que Évora ha considerado importante presentar a modo de paliativo por la no celebración este año de la Bienal de Marionetas, uno de los festivales más veteranos y reconocidos de los que se celebran en la Península Ibérica.

Exposición Manuel de Costa Dias

La exposición propone un recorrido por diferentes tradiciones titiriteras del mundo, con una atención detallada hacia dos de las manifestaciones más típicamente lusas: el Teatro de Dom Roberto, y los conocidos Bonecos de Santo Aleixo.

Exposición Manuel de Costa Dias
Boneco de Manuel Costa Dias, a la manera de los de Santo Aleixo (O Padre Chancas).

Para ello, el Ayuntamiento de Évora, junto con la Dirección Regional de Cultura, ha recurrido a la extensa colección de marionetas que Manuel de Costa Dias ha ido recopilando a lo largo de más de cuarenta años de recorrer los festivales y las plazas titiriteros del mundo entero. La exposición, situada en una de las salas de la noble Casa de Burgos, sede de la Dirección Regional de Cultura del Alentejo, recoge en efecto preciosas piezas (sólo una pequeña parte de todo su fondo) de una colección particular que por sí sola podría alimentar un museo entero.

Exposición Manuel de Costa Dias
Maioneta de hilo de Myanmar (Birmania).

Lo más interesante de esta colección es su carácter ‘de autor’: además del hecho de que cada una de las piezas tiene su propia historia en relación a cómo fue adquirida, casi siempre en sus lugares de origen, algunas de ellas son obra del mismo Manuel de Costa días, como las tres marionetas de Bunraku, que el titiritero de Évora recreó en su día con el fin de conocer los secretos más íntimos de esta tradición japonesa. Y es que siempre ha sido un empeño del titiritero de Évora desentrañar los secretos del movimiento de las marionetas, sobretodo de las que pertenecen a tradiciones para él desconocidas.

Exposición Manuel de Costa Dias
Marioneta creada por Manuel de Costa Dias, según la modalidad Bunraku.

Todo ello permite considerar la exposición también como un homenaje que la ciudad de Évora ha querido dedicar a uno de sus habitantes más ilustres, a modo de reconocimiento de una trayectoria profesional de alto nivel, la de un titiritero que se ha hecho querer y respetar tanto por sus logros artísticos como por su gran humanidad. Y así lo expresó Ana Paula Amendoeira, Directora Regional de Cultura do Alentejo, en sus palabras de abertura, expresando la admiración y el cariño que la figura de Manuel siempre ha despertado.

Exposición Manuel de Costa Dias
Imagen de la exposición. Fotografía de Joana Dias.

La historia de las marionetas que nos propone Manuel de Costa Dias recorre las tradiciones asiáticas del Wayang Golek y del Wayang Kulit, la del ya mencionado Bunraku, las preciosas marionetas de Birmania y de Tailandia, así como de la China, con sus títeres de hilo pero también de guante de ricos vestidos, las marionetas de varilla e hilo del Rajastán, el teatro de sombras de la India, una espectacular marioneta con máscara de Sri Lanka, las bellas marionetas de agua del Vetnam, el pequeño Mobarac iraní o dos piezas africanas de Mali.

Exposición Manuel de Costa Dias
El Mobarac iraní.

También están las sombras del Karagöz turco, dos impactantes mamulengos del Brasil, para derivar luego hacia las tradiciones europeas de los teatros populares de la familia polichinesca, como Punch y Kasperl. Ya hacia el final de la exposición, se hace mención al teatro de sombras europeo, más conocido con el nombre de “sombras chinescas”, y a la tradición de los pupi sicilianos, de los que se muestra un ejemplar.

Exposición Manuel de Costa Dias
Marioneta china.

Mención aparte merece el capítulo dedicado al Dom Roberto portugués y a los Bonecos de Santo Aleixo, todos ellos piezas construidas por Manuel de Costa Dias, buen conocedor de estas dos tradiciones que le son tan cercanas. Un estilo, el suyo, de características propias y reconocibles, con una cuidada atención a la talla de las cabezas, estilo que ya conocía tras haber visto su Dom Roberto en la Maratona de Robertos organizada en julio del año pasado por el Museu da Marioneta de Lisboa, a raíz de la exposición ‘Rotas de Polichinelo’ (ver aquí).

Exposición Manuel de Costa Dias
O Mestre Salas. Boneco construido por Manuel de Costa Dias a la manera de los de Santo Aleixo.

Inauguración con espectáculo

La inauguración de la exposición corrió a cargo de Ana Paula Amendoeira, Directora Regional de Cultura del Alentejo, como antes se ha indicado, quien glosó las virtudes del titiritero homenajeado y de la exposición. Quizás lo más significativo de sus palabras fue el compromiso que mostró hacia el teatro de marionetas y más aún hacia la importante Bienal de Évora, encallada este año por causas presupuestarias. Un parón que sin embargo ella definió como circunstancial, al indicar a los presentes el acuerdo alcanzado entre el Centro Dramático de Évora (la conocida compañía que organiza la Bienal y que representa también a los Bonecos de Santo Aleixo, con José Russo de director), la Dirección Regional de Cultura por ella representada, la Cámara Municipal de Évora y el Centro de Turismo de la región, para unir esfuerzos y ofrecer una sola voz en la búsqueda de fondos, básicamente europeos, para las próximas bienales.

Exposición Manuel de Costa Dias
Manuel de Costa Dias y Ana Paula Amendoeira.

Acto seguido, las palabras dejaron paso a una breve actuación de Manuel de Costa Dias  acompañado por Antonio Bexiga en la guitarra campaniça y otros instrumentos de percusión. Los presentes pudimos así gozar de unos momentos de verdadero arte con esta muestra de las dotes manipuladoras del titiritero. Un dúo de música y poesía con ‘bonecos’ y ‘campaniça’, presentado con el peculiar estilo interpretativo de Costa Dias.

Exposición Manuel de Costa Dias
Momento de la actuación. Fotografía de Joana Dias.

Hay que decir aquí que desde un principio, Costa Dias se propuso como objetivo de su trabajo el estudio de las formas animadas, es decir, la exploración de todos aquellos sistemas, técnicas y mecanismos de manipulación que sirven para mover muñecos, bolas, trapos, chales, marionetas y cualquier objeto capaz de ser manipulado. Su larga experiencia como hombre de teatro y escenógrafo le ha dado unas habilidades y unos conocimientos técnicos muy útiles para desenvolverse en estos complicados manejos de la manipulación.

Exposición Manuel de Costa Dias
Caras, de Manuel de Costa Dias.

En la pequeña función que ofreció a los invitados para la inauguración, Manuel sacó números que yo no conocía, como el de la señora con un chal rojo del que nace un nuevo ser a imagen y semejanza suya, o la breve e impactante vida de un ser humano representada por cinco rostros diferentes en cuatro minutos: el niño, el joven, el adulto, el viejo, y a la que todos confluimos, la pálida muerte. Un ejercicio coreográfico de manos y gestos sería una manera de definir el trabajo de este titiritero que avanza libremente por terrenos desconocidos, con pequeñas historias inventadas que buscan el impacto de la síntesis con sorpresa. Por otra parte, la compenetración con el arte de la campaniça de Antonio Bexiga fue total y absoluta: el ritmo y el sonido envolvente de este instrumento que parece mezclar diferentes tradiciones musicales –así me lo contaba el mismo Beixiga, al decirme que era considerada como un cruce de las guitarras y los sonidos árabes, cristianos y judíos– atrapó al público ante las puertas cerradas de la exposición, antes de su abertura.

Exposición Manuel de Costa Dias
Actuación. Fotografía de Joana Dias.

Finalmente, los presentes pudieron entrar en la sala de las marionetas y atender a las explicaciones que el mismo Manuel de Costa Dias iba ofreciendo a los invitados. El hambre que despertaron las palabras de presentación y luego los números ofrecidos por el titiritero, pudo finalmente saciarse, y la velada acabó con parabienes y un ambiente relajado de satisfacción titiritera.

Exposición Manuel de Costa Dias
Manuel de Costa Dias muestra las marionetas de la exposición.