La revista Fantoche, publicada por Unima Federación España bajo la tenaz coordinación de Joaquín Hernández, llega a su quinto número correspondiente al año 2011. Una iniciativa que se estira en el tiempo con cotas de calidad cada vez más altas y consolidadas.

En efecto, en este número cinco los artículos y los textos publicados son todos de un gran interés y aúnan una pluralidad de autores que representan muy bien el ancho mundo de la marioneta.

Empezando por la editorial, que firma en esta ocasión Francisco J. Cornejo, en la que el profesor y titiritero sevillano ejerce de portavoz de la revista para defender el uso de la palabra y de la reflexión en esta época de crisis y de confusión. Un texto que también es un alegato para enardecer los ánimos del lector con acertadas consideraciones sobre los dislates de nuestra época.

Sigue Fantoche en su empeño de poner frente a frente voces titiriteras distintas, en esta ocasión las de Rosa Díaz (La Rous) y Mariso García (de Periferia Teatro), quiénes reflexionan en voz alta sobre sus procesos de creación y sus planteamientos estéticos y vitales. Reflexiones que tienen la virtud de despertar las del lector, ofreciendo respuestas distintas a las problemáticas comunes de los titiriteros. Un cara a cara noble y sincero, que sigue la ruta emprendida por otros encuentros similares propuestos anteriormente por Fantoche.

La revista dedica luego una atención monográfica al gran marionetista inglés Stephen Mottram, virtuoso del hilo y creador de espectáculos de altos vuelos estéticos y filosóficos. Se presenta primero un texto suyo en el que reflexiona sobre la dualidad máscara-intérprete aplicada a las marionetas, y en el que se busca cómo dar vida y expresión a este otro yo que representa el muñeco y a cuyo servicio está el titiritero. Sigue un magnífico texto biográfico y laudatorio de Santiago Ortega sobre la personalidad artística y humana de Stephen Mottram, y acaba la serie con las impresiones poéticas y reflexivas que una fotografía “en suspensión y en movimiento” del marionetista de Oxford suscita a Ramón del Valle, mientras manipula una marioneta, triplicados ambos, títere y manipulador, por la cámara del fotógrafo David Burns.

Continúa Fantoche con un riguroso y ameno artículo de Maryse Badiou con fotografías de Jesús Atienza sobre el Belén Barroco con movimiento de la localidad de Laguardia, capital de la Rioja alavesa. Un texto que responde a un verdadero trabajo de campo realizado por la investigadora de Toulouse en compañía de Adolfo Ayuso, compañero de viaje en esta expedición, cuyo objetivo es la iglesia de Santa María de los Reyes y su belén maravillosamente descrito por Maryse. El texto incita a coger un coche y a dirigirse a la citada iglesia para presenciar el rito arcaico del nacimiento de Jesús representado con muñecos de talla de madera de finales del XVIII y principios del XIX. Un trabajo de investigación que nos muestra un legado de nuestro patrimonio artístico y titiritero hasta ahora prácticamente desconocido.

Fernando de Julián firma y acompaña con fotografías propias un documentado artículo sobre las marionetas de Alexandra Exter, perteneciente a la vanguardia rusa de principios del siglo XX. El artículo es una buenísima introducción al ambiente artístico de aquella época, estableciendo un magnífico mapa de las relaciones entre artistas, tendencias, países e ismos que configuraron la creación artística de su tiempo. Una figura, la de Alexandra Exter, tan desconocida como interesante. Un mundo, entonces en perpetuo estado de ebullición, que nos abre horizontes desconocidos del pasado que sin embargo parecen llegarnos vivos del futuro.

En la sección Colecciones, Fernando de Julián nos ofrece un hermoso y entrañable texto sobre la colección privada de Joaquín Hernández, impulsor de Fantoche y creador del grupo Tragaluz, una colección que pronto podrá verse gracias a la abertura de su Taller-Museo del Títere en Pola de Siero, en Asturias. Un proyecto que Joaquín lleva años fraguando y que, tras leer el artículo de Fernando de Julián, a uno le entran ganas de no perderse y de acudir raudo a la inauguración del Taller-Museo que deberá ser a principios del 2012. Marionetas chinas con cabezas de cuatro caras, siluetas y títeres de todos los rincones del mundo, colecciones de sellos titiritiles y montones de pequeños objetos sacados de mil sitios impensables que tienen que ver de un modo u otro con los títeres. Fascinante proyecto de Museo que promete ser de obligada visita.

Prosigue Fantoche con un largo y documentado artículo de Rey Fernando Vera García sobre “Las Comedias de Muñecos en Nueva España durante el siglo XVIII”. Un trabajo minucioso y bastante exhaustivo de investigación en el que se nos introduce al complejo y fascinante mundo, por lo prolijo, de los teatros de marionetas en México durante la época colonial a finales del siglo XVIII, de una riqueza y abundancia que nos maravilla. Llamados “máquinas de comedias” o “máquinas de comedias de muñecos” o “máquina real de comedias de muñecos”, el largo artículo nos relata las vicisitudes de los titiriteros con respecto a los permisos para actuar, la relación con las autoridades virreinales y la Iglesia, la competencia con el Coliseo Real y otras ricas anécdotas que nos ilustran sobre una realidad muy poco conocida. El artículo se acompaña de sugerentes fotografías que seguramente deben pertenecer a marionetas de las ”máquinas de muñecos” aludidas.

Y, para acabar, el director y gran dramaturgo Claudio Hochman nos ofrece una adaptación del clásico Otelo skakespeariano para títeres a través de un texto ágil, fresco, incisivo, poético y sumamente sintético, ideal para ser representado con muñecos de guante o simplemente para ser gozado a través de la lectura.

Un número, este quinto de Fantoche, que quedará una vez más como ejemplar indispensable para ser guardado en las bilbliotecas del mundo de los títeres. Para más información de Fantoche, pulsar aquí.