(Marionetas de ‘El Jardín de las Delicias’, de Bambalina Teatre Practicable. Foto de Nati Cuevas)

El pasado 3 de octubre quedó inaugurada en Tolosa esta exposición de la compañía valenciana Bambalina Teatre Practicable,que arrancó su andadura en la comarca de la Vall d’Albaida,concretamente en Albaida, una pequeña localidad de poco más de seis mil habitantes y con un castillo-palacio del siglo XVI que perteneció a los marqueses de Albaida. Esta amplia fortificación, situada junto a la plaza mayor de esta localidad con restos árabes, propició uno de los logros más relevantes de este interesante y muy activo grupo. 

Delante de una pequeña selección de su espectáculo “Pasionaria” Jaume Policarpo explica a los asistentes el contenido de la exposición, así como algunos detalles de las vicisitudes y trayectoria de los espectáculos escogidos. En el centro Idoya Otegui y al fondo un curioso montaje: Hamlet (Foto de Felipe Garduño)

Como otros grupos del renacer de los títeres, estuvo formado en sus inicios por jóvenes relacionados con la pedagogía e influenciados por un clásico como El Betlem de Tirisiti de Alcoy o los grupos contemporáneos como Los Duendes, L’Entaulat o Teatro Bufo de la desaparecida Empar Claramunt. En 1981, aquel numeroso grupo se redujo a los tres titereros que dieron sentido a Bambalina Titelles: Vicent Vila y los hermanos Jaume y Josep Policarpo.

Cuatro años después, tras un curso de títeres de hilo impartido por Albrecht Roser en Sevilla y al que asistió Vicent, el grupo da un salto en su calidad estética con el espectáculo Moviscopi (el grupo ya iniciaba su tendencia a los títulos escuetos). A la vez, con los ayuntamientos de la comarca, crean la Muestra de Titelles a la Vall d’Albaida,en la que fuimos invitados a participar en la segunda y tercera edición.

Tres marionetas de “Moviscopi”. (Foto de F. G.)

A este espectáculo, casi iniciático, le siguieron otros cumpliéndose el rito de uno por año: La cueva del gran Banús, el musical Ferrabrás y una brillante versión de Pinocho,encargada por el Teatro Escalante de Valencia y con títeres realizados por Jaume, confirmándose este como un buen constructor.

Al inicio de los noventa y con el grupo Bambalina ya consolidado, Vicent Vila pasó a la dirección del Teatro Escalante, iniciándose así una nueva etapa en la que Jaume le sustituyó en la dramaturgia y la dirección, para pronto pasar a comenzar a trabajar con especialistas en la dirección, la escritura teatral, el canto, el baile… dando paso así a una de las compañías más numerosa y de mayor calidad de nuestro país. Esta exposición es una muestra parcial de sus logros.

Esta última década de los noventa arrancó con Quijote, uno de sus mayores éxitos, con dirección y guion de Jaume. Le siguieron títulos como Ulises, El jardín de las delicias, El fantasma de Canterville, El retablo de Maese Pedro, Alicia y Cirano de Bergerac.

El jardín de las delicias (Foto de F. G.)

Atrevida creación y de gran valor estético, basada en el famoso tríptico de El Bosco que puede contemplarse en el Museo del Prado, y que fue especialmente pensada para adultos lo que limitó su divulgación.

El año 1996 fue muy fructífero para esta compañía presentando dos espectáculos, ambos de formato grande: El fantasma de Canterville de Oscar Wilde y El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla con la orquesta en directo.

El retablo de Maese Pedro con el Quijote, Sancho y el joven trujamán o presentador, y arriba las marionetas con Melisendra y don Gaiferos en primera fila (Foto de F. G.)

Al año siguiente, Bambalina, tuvo uno de sus grandes logros con la inauguración del Museo Internacional de Títeres de Albaida (MITA) en el castillo-palacio citado al inicio, que el ayuntamiento quiso comprar y en el que ellos venían pidiendo la instalación de un museo de títeres. La dirección de este fue encargada a Josep Policarpo. Puede ser contemplado en la entrada Recursos de la web de UNIMA Federación.

En el 2000 Bambalina firmó un convenio con el Instituto Cervantes y el Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que le permitió aumentar en varios centenares sus actuaciones internacionales actuando en más de cuarenta países. Ese periodo coincide también con la etapa de las óperas en colaboración con el Instituto Valenciano de la Música, con obras como Historia de un soldado, Carmen de Merimée, y Hola, Generantola de Rossini. 

En esos primeros años del actual milenio montaron dos espectáculos que fueron muy singulares en su trayectoria, primero fue Pasionaria, la famosa luchadora que llegó a ser la vasca más universal de todos los tiempos, y luego La sonrisa de Federico, en la que desarrollan vivencias y muestran retazos de varias de las obras de Federico García Lorca, el dramaturgo, poeta, músico, conferenciante, titerero, dibujante… brutalmente eliminado. Finalmente, un ángel azul recoge el cadáver de Lorca y lo deposita en el piano del poeta, ningún sitio tan adecuado para el descanso eterno de Federico, el joven de la sonrisa eterna.

Estas dos obras aparecen juntas en esta exposición y ambas marcaron una nueva etapa en la marcha de esta compañía, en ambas era fundamental el movimiento, la música, la danza, los objetos…

El poeta junto a figuras del arte y de la cultura popular (Foto de F. G.)

Cuatro títeres que utilizaron para presentar a Dolores Ibarruri “Pasionaria”, desde aquella niña descendiente de mineros y que quiso ser maestra pero no pudo debido a la pobreza del pueblo. Su compromiso, su palabra vibrante y firme le dieron fama mundial (Foto de N. C.)

Es en estos momentos cuando la compañía cambia su nombre y adopta el de Bambalina Teatro Practicable;ya con esa denominación montaron El jorobado de Notre Dame, que ocupa un amplio espacio central en esta exposición, con los títeres enmarcados por un artístico mural encargado a un artista valenciano.

A la izquierda varios personajes, a la derecha la madre con el bebé que luego será Quasimodo, el famoso morador de esa catedral recreado por Víctor Hugo (Foto de F. G.)

Dos personajes de esta historia creados por Bambalina con excelente factura (Fotos de N. C.)

Sirva esta pequeña muestra para animar a visitar esta exposición, que estará hasta marzo, y en los próximos días coincidirá con el Titirijai 2025 que contará con 15 compañías. Además, será una buena ocasión para adquirir el catálogo de la exposición, con textos de Xabier Puchades y de Jaume Policarpo, que dan una amplia visión de la trayectoria de la compañía.

Felipe Garduño   
Sestao, 15 de noviembre de 2025