(Fachada del Teatro La Estrella del Cabanyal, con las marionetas y ornamentos de ganchillo)

Tuvo lugar los días 12 y 13 de junio el Festival Titelles al Cabanyal, que se celebra cada año en Valencia, en el popular barrio de El Cabanyal, organizado por el Teatro de la Estrella y el Teatro El Musical, ambos espacios instalados en el mismo barrio. Un fin de semana de programación titiritera intensa, con la presencia en esta ocasión de una compañía de Portugal, Marionetas da Feira, otra de Madrid, La Tartana, y tres de Valencia, Bambalina Teatre Practicable, Tries Titelles y La Estrella.

Fiesta inaugural: marionetas y día mundial del ganchillo

Un capítulo aparte fue la fiesta inaugural que tuvo lugar el sábado 12 al mediodía, antes de la primera función del Circo de Marionetas da Feira en el Teatro La Estrella. Consistió en una exposición al aire libre de marionetas y otros elementos ornamentales realizados con ganchillo, a cargo de un grupo de mujeres del Cabanyal entre las que estaba Maite Miralles, histórica fundadora del Teatro La Estrella.

Maite Miralles con sus marionetas de ganchillo.

De su autoría eran los títeres hechos con ganchillo que se colgaron en el balcón del Teatro La Estrella. La gran artista que es Maite Miralles consiguió una extraordinaria combinación de colores, en este estilo tan personal con el que ha sabido impregnar todo el trabajo plástico de la compañía a través de los años.

Árbol con un abrazo de ganchillo

Por su parte, el grupo de mujeres del colectivo de ganchillo, aprovechando que el mismo viernes era el Día Mundial del Ganchillo, ornamentaron varios árboles de la plaza donde se encuentra el teatro con ‘abrazos’, manos y brazos de ganchillo envolviendo los troncos arbóreos. Vean algunas de las imágenes que nos han hecho llegar la compañía.

Árbol con un abrazo de ganchillo

Comentaremos a continuación y ‘a distancia’ las distintas actuaciones, a partir de algunos testimonios directos y de lo ya publicado con anterioridad en Titeresante sobre la mayoría de los espectáculos.

Circo y Dom Roberto, por Marionetas da Feira

Se combinan en la persona del titiritero Rui Sousa dos especialidades distintas del teatro de títeres: las artes verticales de la marioneta de hilo, de la que Sousa es un reconocido maestro y constructor, y las artes más horizontales del títere de guante en la modalidad popular portuguesa por antonomasia: el Teatro Dom Roberto.

Marionetas de Rui Sousa.

Ambas habilidades estuvieron presentes en El Cabanyal: las marionetas en el Teatro de La Estrella, y el Dom Roberto en el vestíbulo del Teatro El Musical.

Marionetas de Rui Sousa.

Como se dijo en el artículo sobre el Festival de Ovar de 2019 (ver aquí), Rui Sousa sacó todo el jugo a los personajes de su circo de marionetas: ‘La señorita funambulista, el faquir que se traga la espada, el que levanta pesos de muchos kilos, el perro saltarín, el monociclista y equilibrista, el mono payaso, el malabarista de las bolas, y otros muchos números circenses que requieren un buen dominio y una gran experiencia en la manipulación de marionetas’.

Los espectadores que estuvieron en la Sala El Cabanyal del Teatro de la Estrella corroboraron fervientemente con sus aplausos las siguientes palabras: ‘Mostró Rui Sousa una enorme soltura en el manejo del hilo, en un estilo realmente de Feria, fiel al nombre de la compañía, empático y popular. Las marionetas, coloridas y llenas de vida, ofrecieron al público los clásicos trucos con mucho oficio y buena voz.’

Rui Sousa con uno de sus robertos.

Citamos a continuación las palabras publicadas en ocasión de la Maratón de Robertos celebrada en Lisboa en julio de 2014 (ver aquí):

El torero Chibanga, roberto de Rui Sousa.

‘Rui Sousa, de Porto, creador de la compañía Marionetas da Feira, aprendió con José Gil y tomó la alternativa con los robertos en el año 2010. Ha buscado diferenciar sus títeres mediante caras de rasgos acentuados y, a modo de singularidad, tiene como personaje al único torero negro de la historia de los toros portugueses, llamado Chibanga.’

Quijote, de Bambalina Teatre Practicable

He aquí una de las obras más importantes y emblemáticas de Bambalina. Desde su estreno en 1991, Quijote ha visitado 36 países y ha realizado más de 350 funciones. En su creación, la compañía favoreció una confluencia de profesionales que hicieron aportaciones muy interesantes en el campo de la dirección (Carles Alfaro), la música (Joan Cerveró) y el guión escénico (Jaume Policarpo), atendiendo a una estética contemporánea que ha conectado el clásico de Cervantes con un público actual. Desde su primera función, y refrendado por críticos de todo el mundo, Quijote se ha convertido en un clásico de la compañía y es por ello que, para celebrar su 40 aniversario, Bambalina ha decidido ponerlo de nuevo en cartel.

Durante apenas una hora, los espectadores experimentan la fascinación de una obra que se realiza con dos oficiantes vestidos de negro, una mesa, el juego de luces y sombras, la gestualidad precisa y la música matizada se funden, recreando un Quijote mudo y sin embargo elocuente, de evocaciones goyescas, góticas, expresionistas…

Jaume Policarpo con Àngel Figols, en Quijote.

Dice Jaume Policarpo, director de la compañía (ver entrevista aquí):

‘El público siempre se ha dejado llevar por el ritual que propone el montaje y que contiene una intensa carga emotiva: el mismo formato del espectáculo (una propuesta íntima, pequeña, casi de cámara) condiciona las relaciones personales con los espectadores: hay una implicación muy directa con la gente de cada país y eso intensifica la comunicación con otras culturas’.

Cartel de Quijote.

Sigue diciendo Policarpo: ‘Quijote también ha supuesto un punto de inflexión en la trayectoria de la compañía, en el sentido de que marcó un cambio de dirección estética y fijó un lenguaje teatral muy personal. Este lenguaje es precisamente el hecho que más han destacado los diferentes públicos de cada país, su sorpresa ante una manera de entender el teatro de títeres totalmente sorprendente e innovadora que rompía los esquemas tradicionales de los espectadores. En este sentido, es importante recordar que hemos visitado algunos países con una gran tradición en el teatro de títeres como China, Japón, Indonesia, etc’.

Imagen de Quijote. Foto compañía.

En la actual versión, el actor Àngel Figols encarna a Quijote y David Durán, actor de la compañía desde 1998, es Sancho. Comenta David Durán:

Imagen de Quijote. Foto compañía.

‘Cuando un adulto se enfrenta al ritual de nuestro Quijote puede reaccionar de formas muy diversas, de acuerdo con su cultura, su sociedad e incluso la historia de su país. En casi todo el mundo la gente tiene la idea preconcebida de que los títeres van unidos al mundo infantil, por eso su primera reacción suele ser de sorpresa. Como actores, pretendemos siempre llegar a su interior más profundo, emocionarlo y, en cierto modo, desequilibrarlo. Es gratificante contar historias que no dejen al público indiferente, y con Quijote esto sucede en cualquier parte del mundo. Mucha gente se queda en la sala cuando acaba la función, todavía emocionados, con ganas de comunicarse con nosotros y una necesidad imparable de darnos las gracias. Esto es lo que a mi me empuja a seguir en esta profesión’.

‘Viaje a la lluna’, de Tries Titelles

En el Teatro de La Estrella del Cabanyal pudo verse este precioso espectáculo de Tries Titelles titulado Viaje a la luna. Un verdadero alarde de trabajo artesanal a cargo de un colectivo teatral de la localidad valenciana de Potries.

La compañía de TRies Titelles.

Como se dijo en Titeresante a raíz de la presentación del espectáculo en Santiago, en octubre de 2019 (ver aquí):

‘Los de Tries Titelles presentaron un espectáculo en el que se reproducen los fotogramas enteros de la película de Méliès Viaje a la luna pero con decorados reales, obra del reconocido artista valenciano Federico Romaguera, de una gran belleza y preciosa factura, que se van sucediendo al avanzar la historia, siendo los personajes unas marionetas de varilla e hilo que recuerdan a los Tirisiti, la tradición local titiritera hoy mantenida en Alcoi con su Belén del Tirisiti, tanto por el formato de los muñecos como por la voz, pues hablan con la misma lengüeta o silbato que se usa en Alcoi, y con el mismo ritmo e intencionalidad cómica. La única diferencia es que aquí se manipulan desde arriba y no desde abajo, como es el caso del Belén’.

‘Un gran logro de la obra es esta combinación de elementos inspirados en la tradición local con un teatro de corte clásico de decorados y elementos plásticos móviles, y una temática como es el primer cine de la historia, que tan cercano estaba de los espectáculos de sombras y de marionetas de la época, que solían representarse en los mismos barracones ambulantes’.

Como se dijo entonces, ‘Viaje a la luna es un verdadero bombón titiritero, a caballo entre la tradición de los títeres populares y el refinamiento plástico de una arqueología teatral a la manera de los clásicos teatrillos burgueses de primorosos decorados y muchas manos. La obra Viaje a la Luna de Tries Titelles sorprendió a profanos y entendidos, un verdadero lujo para los espectadores’.

Les magnificus, de Teatre La Estrella

La compañía La Estrella aportó al Festival, además de su sala y sus trabajos ornamentales y participativos, su último espectáculo Les Magnificus, una magnífica obra de marionetas protagonizada por David Fariza y en el que se estrena como titiritera Sandrine Costa, con dirección de Claudio Hochman.

Una obra de la que Titeresante habló en ocasión de su estreno durante la pandemia y de la que nos gustaría destacar los siguientes párrafos:

David Fariza con el personaje del padre.

‘Ambientada en la Roma Antigua, Les Magnificus nos habla de una compañía de titiriteros y saltimbanquis que cruza las distintas geografías del planeta mientras a la vez atraviesa los siglos desde la época romana hasta nuestros días. Cuenta para ello con unos ingredientes que han sido cocinados por inmejorables manos. De entrada, la sabia dirección de escena del director Claudio Hochman, gran conocedor de los ritmos y tiempos teatrales, y ducho en orientar la labor interpretativa de los actores marionetistas. Y, por el otro lado, la maestría de Maite Miralles, creadora plástica que, con sus cuidadas escenografías y acabados, ha conseguido esta estética entre popular y surrealista tan característica de La Estrella’.

Sandrine Costa y David Fariza, en el final del espectáculo.

…’ El resultado es una obra realmente muy lograda, con un acabado y un ritmo impecables. Hay que decir que David Fariza ha escrito un texto magnífico, en el que ha sabido combinar el trabajo de actor-clown que es una de las constantes de la compañía, con el títere de guante tradicional de cachiporra, y unas marionetas de varilla que se inspiran en los famosos Bonecos de Santo Aleixo. Hay que sumar al conjunto las dos marionetas de marotte o de boca, como las llaman en Argentina, que permiten a Fariza mostrar sus dotes extraordinarias de lo que podríamos denominar ‘ventriloquía-titiritera’, al darles voz simultáneamente a la propia suya como actor frente al público’.  

Recomendamos leer la reseña entera aquí.

Recuerda, de La Tartana

He aquí otra compañía histórica, en este caso de Madrid, que se pudo ver en el Teatro El Musical. Nos encontramos con una de las creaciones más personales e insólitas de la compañía: en ella, Juan Muñoz, director y titiritero fundador de La Tartana (ver entrevista aquí), en colaboración con Inés Maroto (ambos firman la autoría y construcción de los títeres) se enfrenta a su pasado, a sus fantasmas y a sus ilusiones, sus ganancias y sus pérdidas, repasa los títulos que han surgido del imaginario de La Tartana a través de los años, de los cambios habidos, para al final encontrarse consigo mismo a través de su Doble. Un ejercicio brillante de introspección y de situarse frente al gran tema del teatro de títeres y del teatro en general: el Tiempo.

Imagen de Recuerda. Foto compañía.

También está el tema del traspaso de conocimientos propio de un oficio que desde siempre ha ido pasando de una generación a otro a través de la relación maestro-discípulo. En este caso, con el propio hijo de Juan Muñoz, Gonzalo Muñoz, quien desempeña el papel de técnico del espectáculo.

Dice el programa de la obra:

‘En este singular espacio escénico, las maletas se yerguen como poderoso símbolo del viaje, de la vida y de la memoria. Las maletas desperdigadas por el escenario se abren para descubrirnos preciosos recuerdos imborrables que cincelaron el alma del titiritero y nos recuerdan que la vida es un viaje que merece la pena de ser contado’.

Imagen de Recuerda. Foto compañía.

‘De las maletas que habitan la escena salen los títeres que protagonizaron algunas de las producciones más celebradas de la compañía; de ellas salen las preocupaciones por el paso imparable del tiempo y la sombra de la desmemoria; de ellas salen la gratitud y admiración por el maestro que le descubrió el arte de los títeres, y la trayectoria de una compañía que atesora más de cuatro décadas de andanzas; ellas rescatan el amor y la compañía necesaria del viaje, y nos devuelven la pasión perenne por las marionetas y la necesidad de la creación del ser humano como respuesta frente a la muerte y el olvido’.

Imagen de Recuerda. Foto compañía.

La obra fue muy bien acogida por el público.

Cierre, apoyo y ánimos del Ayuntamiento de Valencia

Antges de la función de La Tartana que cerró el Festival, tomaron la palabra las llamadas Dos Maites: Maite Ibáñez, concejal de cultura del Ayuntamiento de Valencia, y Maite Miralles, de La Estrella. Con palabras llenas de humor y desparpajo, ambas valoraron muy positivamente los días de títeres vividos en El Cabanyal.

Maite Miralles y Maite Ibáñez, en el vestíbulo del Teatre El Musical.

Desde el Ayuntamiento, Maite Ibáñez corroboró su apoyo al Festival con palabras que gustaron mucho a los presentes y a los organizadores, que vieron así recompensados sus esfuerzos con las cariñosas y animosas palabras de la representante municipal.