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Éric Chalifour.

ManiganSes – Festival International des Arts de la Marionnette à Saguenay llegó a su fin después de su segundo bloque de espectáculos de primera calidad (en breve publicaremos el artículo de resumen). Desde el pasado jueves, artistas como Yael Rasooly, Théâtre à Bout Portant o la Compagnie S’appelle Reviens, entre otras, presentaron sus reconocidas producciones, en paralelo al programa de presentaciones y actos múltiples. Con el espectáculo Münchhausen, de Les Machineries de l’Imaginaire, que repitió ayer lunes, se cerró la 12ª edición del Festival. Su director artístico, Éric Chalifour, nos explica de qué está hecho.

Empecemos hablando de las principales líneas de tu trabajo.

Bueno, en primer lugar, al Festival se le requieren dos cosas: una, la democratización y la promoción del arte de los títeres, por lo que es importante llegar a un público más amplio, y dos, impulsar las múltiples expresiones del teatro de títeres. El objetivo es ser interesante tanto para el público en general como para los especialistas, es algo que siempre está ahí. Además, a mí me gusta tener una especie de guía, un tema específico para cada edición. Este año la mayoría de los espectáculos tratan sobre el concepto del miedo, sobre el miedo que sentimos o sobre una emoción similar. Entiendo el Festival como un todo, hacemos la decoración del cabaret y de los espacios al aire libre, por ejemplo, siempre teniendo en cuenta el tema. (El trabajo de la compañía Artefactos et Artífices ha sido a lo largo del festival un buen ejemplo de esta presencia constante en el punto de encuentro de ManiganSes en Jonquière.) Para mí, es importante encontrar un vínculo estético o artístico entre los distintos niveles del Festival para lograr un determinado tipo de emociones.

ManiganSes está patrocinado por grandes empresas y cuenta con un fuerte apoyo político. ¿Cómo interfiere eso en tu trabajo?

De hecho, tenemos todo el apoyo de Le Conséil des Arts et des Lettres du Québec y de Patrimoine Canadien, y para ellos es muy importante avanzar en el lenguaje de los títeres, promover el lado artístico de los mismos y poder traer a las mejores compañías y espectáculos, dando pie a esta evolución. En Le Conséil son realmente conscientes de la originalidad del programa, y ​​nos evalúa un grupo de expertos, entre ellos otros artistas. Las expectativas son muy altas para un festival como el nuestro, que es el mayor de la región. Los socios privados son algo diferentes. A ellos les interesa más llegar a un gran número de personas, y una parte importante de nuestro presupuesto proviene de fondos privados.

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Dentro del cabaret, una exposición completaba el tema de la actual edición.

Este año algunos espectáculos exploran temas bastante complejos. ¿Hay una intención didáctica? ¿Cuál es el mensaje global?

Los espectáculos que hemos visto en estos días no tienen un objetivo didáctico, lo que hemos visto es más bien el resultado de la interdisciplinariedad. Me gustaría demostrar que formas de arte diversa pueden tener su punto de encuentro en el teatro de títeres. Cada vez más, los titiriteros se convierten en actores. Ya no se esconden detrás de la marioneta, ahora, con su cuerpo, forman parte integral del objeto “titerero”. Así que para mí es importante mostrar esta dualidad, las tensiones entre el titiritero y su objeto, o cómo se ven el uno al otro, como un juego en el que participan dos jugadores. Así es como una persona y un objeto pueden llegar a ser un solo personaje, o una sola persona puede convertirse en dos, o en muchas. (Buenos ejemplos de estas exploraciones son Strict Minimum, de Théâtre au Bout Portant, o Daïdalos, de La Tortue Noire.)

¿Y el público general, por un lado, y los especialistas, por el otro, cómo reciben este tipo de espectáculos?

Bueno, este festival comenzó hace 24 años, así que el público de aquí se ha vuelto cada vez más especializado. La gente aquí conoce este tipo de lenguaje y quiere ver espectáculos de este tipo, en los que hay una investigación. En cuanto al público especializado, lo toman como una ocasión para descubrir espectáculos y cmpañías o como la posibilidad de ver obras inusuales que pueden ser fuente de inspiración para ellos en el futuro. Puede que sea por el Festival que algunos hablen de espectáculos herméticos o espectáculos que abren la mente a una nueva percepción del arte de los títeres. ¡Lo que sí creo es que se siguen abriendo nuevos caminos! Para mí, un espectáculo como Die Reise (leer aquí) es muy didáctico y tiene mucho que ver con la evolución de la forma en la que todos entendemos el arte títeres.

¿De qué manera las compañías locales participan en el Festival?

En Saguenay hay muchas compañías (sobre una población de entre 150.000 y 200.000 habitantes). El Festival International des Arts de la Marionnette ha tenido un gran impacto en la región, hasta el punto de que algunos grupos de títeres existen por el Festival. Además, a lo largo de los años se ha desarrollado un alto nivel de experiencia y creatividad. Hay una gran diferencia con otras regiones de Quebec. Muchas de estas compañías locales están en giras internacionales: La Tortue Noire (leer aquí), Théâtre à Bout Portant…, como ejemplo de las compañías que participan en la edición actual. Pero aquí hay muchos más artistas que incluyen los títeres en su trabajo y otros que sólo trabajan las marionetas en su forma más tradicional.

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Tú hablas de interdisciplinariedad, Christian Carrignon en su conferencia habló sobre la influencia del cine en el teatro de objetos, tú también eres actor y director de cine… ¿Qué tan real es la influencia del cine en el Festival?

Lo cierto es que los títeres son el arte de todos los posibles y el cine tiene, en su esencia, algo muy cercano a los títeres. Además, técnicamente con la marioneta es posible hacer planos cortos, así que la forma de contar una la historia es bastante similar en un lenguaje y en el otro. Eso lo he descubierto siendo ya director artístico de ManiganSes. He leído y pensado mucho sobre ello. Por eso también tenemos una sección de cortometrajes de animación, en colaboración con otro festival dedicado a los cortos que se celebra también en Saguenay. Los títeres están muy presentes en el cine de animación y desde hace algunos años hay un trabajo en paralelo en relación con la creación de la imagen y los símbolos, el significado de los objetos…

También hemos visto otros lenguajes escénicos: acrobacias, malabares, por supuesto música en vivo, exposición de pequeñas figuras en el cabaret… ¿Cómo los seleccionas?

Como te decía, hay un tema principal, que en este caso es el miedo, y por lo tanto ahí están los temores de nuestra infancia. Por eso hay todas estas imágenes de animalitos y las referencias a cuentos tradicionales. Para crear un ambiente inspirado en la infancia, en el cabaret hay mucho rojo e intenta recordar un poco una carpa de circo, e hicimos el espectáculo La quête du Dragon en la misma línea. Así se da la sensación de que todo en el Festival tiene un mismo marco.

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El cabaret estaba concebido para el público general y como punto de encuentro de artistas y miembros de la organización.

 El Festival tiene 24 años y tú has sido el director artístico de las tres últimas ediciones. ¿Cuál es tu contribución?

De hecho, el Festival ha evolucionado y cambiado mucho en las formas contemporáneas. He visto muchas compañías europeas que son testigos de este mismo tipo de evolución, aunque aquí en Quebec todavía es demasiado pronto para saber exactamente cómo se consolida, creo yo. Tal vez aquí los grupos de teatro simplemente se han vuelto más herméticos, pero la cuestión es que hoy en día al preparar el Festival ya sabes que la gente de aquí se siente orgullosa de tener un programa ecléctico. En las últimas tres ediciones, ManiganSes ha evolucionado mucho en su aspecto global. No es un simple programa de espectáculos, sino un acontecimiento. Por eso considero que algunos actos son muy importantes, como las conferencias. Esto hace que el contenido sea más complejo e interesante para los profesionales. El cabaret es también importante para crear ambiente de grupo entre los miembros del equipo. Yo siempre trato de aportar un plus, y esta es la evolución más reciente. Sobre el programa, para mí siempre es importante incluir la tradición al mismo tiempo que las formas más contemporáneas, para saber de dónde venimos y hacia dónde vamos. Y si puedo encontrar un espectáculo que contenga las expresiones tradicionales y las contemporáneas, que se refleje en su dramaturgia, etc., mejor aún.

¿Y tu propia evolución?

¡Yo he evolucionado mucho! Cuando empecé como director artístico ya tenía mucha experiencia en teatro, había trabajado en teatro clásico y experimental y había visto muchos espectáculos de títeres, pero toda mi formación específica en el arte de los títeres viene del Festival. Yo había visto pero nunca había reflexionado a fondo sobre las marionetas y los objetos. ¡A base de muchas lecturas y muchos festivales que he visitado he aprendido mucho! Mi conocimiento de las marionetas al principio y ahora no se puede comparar.

¿Esto ha cambiado tus preferencias?

No, pero puedo apreciar mejor la dramaturgia de un espectáculo de títeres, incluso en los más herméticos.

¿Puedes prever nuevas líneas para el futuro?

Una cosa que me gustaría hacer es una residencia de creación. Para mí, el progreso y la mejora de los artistas pasan por la organización de su investigación, la posibilidad de ir más allá de su propia imaginación y de sus fronteras. Estoy convencido de que las formas contemporáneas ganarán más y más espacio en el Festival, en paralelo a la necesidad de democratización y al interés del público en el arte de los títeres. Habrá más espectáculos capaces de sorprender al público.

¿Es posible prever más coproducciones o una residencia de creación en la actual crisis económica?

Ya hay una coproducción en la actual edición, entre artistas italianos y de Quebec, Esprit es-tu là? De todos modos creo que va a ser cada vez más necesario combinar artistas de diferentes países. Tendrán que unir sus realidades para crear algo nuevo. Creo que un festival debe mostrar nuevas creaciones, nuevas propuestas hechas por la combinación de dos países o compañías con dos formas distintas de trabajar sus impulsos artísticos.

¿Y no va a ser difícil encontrar patrocinadores privados para eso?

En el futuro, creo que todo va a funcionar más y más a través del mecenaje. Es un sistema muy poco conocido en Quebec, pero creo que las empresas privadas tienen que entender la importancia de tener un festival como ManiganSes aquí, en Quebec, y aún más en la región, ya que es el único que se celebra fuera de Montreal. El éxito en el futuro dependerá por completo de estos fondos privados, ya que las subvenciones a partir de un momento dejaron de aumentar. Esperemos que las grandes empresas de Quebec se den cuenta de que tienen que invertir en la cultura, ya que ésta es la identidad de nuestro país.

¿Será suficiente para llevar a cabo todos los proyectos de futuro?

¡No sé! Ya se verá… Supongo que el mecenazgo empezará siendo una pequeña parte del todo y que irá aumentando más y más con el tiempo.