Tuvo lugar el jueves 28 de junio de 2012 la III Jornada Internacional d’Educació i Titelles que organiza el l’Institut de Ciències de l’Educació (IEC) de la Universidad de Barcelona, ​​bajo el mando de la titiritera y activista cultural Teia Monner, verdadera alma de estas jornadas que se vienen celebrando desde hace seis años. La idea del encuentro es juntar en un solo día toda una serie de experiencias expuestas por especialistas, ponencias que tienen lugar durante la mañana, mientras por la tarde se realizan unas sesiones prácticas con talleres impartidos por algunos de los ponentes y un espectáculo de títeres, en esta ocasión a cargo del veterano grupo Titelles Babi..

Richard Bouchard
Intervención de Richard Bouchard. Foto Teia Monner.

Hay que decir que hablar en Barcelona de Educación y Títeres, una temática que en otras latitudes también se suele asociar a Títeres y Terapia, es algo nuevo, a pesar de la larga experiencia que los maestros locales tienen en la utilización de los títeres. Nuevo sobre todo porque la Jornada pretende reflexionar y poner sobre la mesa las prácticas más avanzadas de este uso de los títeres, buscando una sistematización y un rigor que sólo puede venir de la experiencia cuando ésta es contrastada por los años y por el conocimiento acumulado de intercambios internacionales sobre la materia. Existe, en concreto, la asociación francesa “Marionnette et Thérapie” que funciona desde 1978 y que desde entonces no ha cesado de trabajar en este campo, desarrollando todo un lenguaje y un corpus teórico absolutamente excepcionales..

Los titiriteros profesionales siempre han sido reticentes a esta especialidad, considerada como un apéndice lateral de la profesión. Pero cuando te acercas a su realidad y entras en las exposiciones y los debates que se generan, uno se da cuenta de cómo sus prácticas se mueven por los espacios más íntimos del Teatro de Marionetas, es decir, allí donde se habla de las temáticas del Doble, de las Dualidades y de los mecanismos de proyección que están siempre detrás de cualquier animación de un objeto o de un títere. Unas temáticas que además se plantean y experimentan desde los niveles más profundos de la psicología humana. Es decir, en contacto íntimo con la esencialidad perceptiva de la psique, lejos de las teorizaciones esteticistas y puramente académicas. La práctica y la experiencia son la esencia de esta actividad que además, en el caso que nos atañe, va dirigida a futuros practicantes, como son los maestros o los psicólogos. Debo confesar que quedé impresionado por los relatos de la mayoría de los ponentes, sorprendido de cómo estaban tocando las esencias de nuestra profesión, trasladando los fenómenos proyectivos y desdoblatoris, básicos del teatro de títeres, en la práctica docente y terapéutica.

Abrió la Jornada un parlamento de la titiritera y especialista en todas estas cuestiones, alma del Encuentro, Teia Monner, quien se encargó de presentar la temática general del encuentro, Emociones y Títeres, así como las diversas ponencias que se harían por la mañana y las actividades programadas por la tarde.

Èlia López-Cassà, maestra, psicopedagoga y doctora en Ciencias de la Educación y miembro del Grupo de Investigación en Orientación Psicopedagógica (GROP), de la Universidad de Barcelona (UB), fue la encargada de situar la temática Títeres y Emociones desde una perspectiva teórica  y a su vez práctica. Después de definir lo que es una emoción, fue desglosando sus diferentes tipos para poder situarnos en esta complejidad interior tan rica de matices y de contrastes. Los educadores y pedagogos buscan sobre todo una gestión equilibrada de las emociones, dada la gran dificultad que hay en su gestión, especialmente las más negativas y las que suelen esconderse o simplemente proyectarse a los demás, recurso que explica el noventa y nueve por ciento de los conflictos sociales y de convivencia entre las personas. En este sentido, la eficacia de los títeres radica en su capacidad de ser objetos de proyección de nuestras emociones más difíciles de manifestar, esas que solemos proyectar de un modo inconsciente en los demás, convirtiéndolos en nuestros enemigos o en verdaderos diablos. Los títeres aceptan estas proyecciones inconscientes y de esta manera acaban saliendo a la conciencia. Son, de alguna manera, unos espejos que ponemos en nuestro interior y que reflejan los rincones más oscuros y escondidos de la psique. Como se puede ver, de una utilidad indiscutible.

Habló a continuación Richard Bouchard, Director General del ÉNAM (École Nationale d’Apprentissage par la Marionnette), de Canadá, una institución puntera y a la vez única dedicada a las personas psicológicamente no aptas para el trabajo y por ello excluídas de la sociedad. La singularidad de la escuela es que centra su práctica en el Teatro de Marionetas, con un rigor y una seriedad en su uso realmente excepcionales. Explicó Richard Brouchard la historia de la institución, como comenzaron con medios totalmente precarios en 1990 hasta convertirse en el centro internacionalmente reconocido que es ahora. Como nos explicó el ponente, el ÉNAM utiliza la marioneta para romper el aislamiento de las personas que sufren graves problemas de salud mental y ayudarlas así a canalizar el flujo de emociones que viven a diario. Un trabajo básicamente de equipo que se acompaña con el seguimiento individualizado y que ha conseguido ya resultados extraordinarios. .

Gilbert Meyer
Intervención de Gilbert Meyer. Foto Teia Monner.

Nos explicó el ponente que un estudio económico de los resultados conseguidos se traduce en un ahorro por parte de las instituciones de unos noventa mil euros por paciente al año (referidos a los costes sociales y médicos), cantidad que, si se multiplica por el número de pacientes, supera el coste de mantenimiento del ÉNAM en su conjunto, Los asistentes pudimos ver algunos videos de representaciones hechas por pacientes, donde constatamos como el disfraz y el títere les servía para exteriorizar unas emociones que de lo contrario quedaban reprimidas.

Muy interesante fue también la ponencia de Gilbert Meyer, un veterano titiritero de Strasbourg, Francia, de la companyia Tohu Bohu Théâtre, que desde hace años alterna sus actividades en el mundo del espectáculo con un trabajo de asistencia social y psicológica a través de las marionetas (hay que tener en cuenta que Gilbert, antes de ser titiritero, fue enfermero de pacientes mentales). Concretamente, nos explicó sus experiencias en África, cuando hace un año trabajó con un grupo de niños afectados por el virus del SIDA en Chad. Las explicaciones de sus ejercicios y de las diversas prácticas efectuadas impresionó a los presentes, mostrándonos las enormes posibilidades que tienen los títeres para integrar a los niños con problemas importantes de salud y de exclusión social..

Según Gilbert Meyer, trabajar con marionetas permite estructurar el caos de las emociones y a la vez ampliar la paleta perceptiva de las mismas, “declinando sus colores fundamentales” o, dicho en otras palabras, redescubrir los cinco sentidos. Explicó la costumbre muy extendido en el Congo del uso que se hace de las máscaras pequeñas, que sirven para encarnar los problemas de la gente. Así, cuando un niño o un adulto tiene un problema grave, la comunidad se reúne y construye una máscara adaptada al problema planteado. De esta manera, el afectado se libera del problema, del que se ocupa a partir de ese momento la máscara. Una ingenuidad muy operativa, como ha podido comprobar Gilbert Meyer en muchas ocasiones. También habló de cómo la marioneta es una especie de espejo que nos permite entrar dentro de nosotros, ver lo que pasa en nuestro interior, y observar los afectos (sentimientos y emociones). De hecho, todos los procesos terapéuticos que usan la marioneta no buscan otra cosa que el paciente tome contacto consigo mismo. Igualmente, el hecho de construir una marioneta obliga al ejecutante a desdoblarse en lo que está haciendo, poniendo en ello una determinada emoción. Un fenómeno, por lo tanto, encarnatorio que nos libera del esquematismo abstracto en el que nuestra sociedad parece querernos conducir. Esto explica que incluso la Muerte pueda representarse con un títere, y que Punch acabe vapuleándola.

Taller Gilbert Meyer
Momento del taller impartido por Gilbert Meyer. Foto Teia Monner.

Gilbert Meyer nos habló al final de su intervención de unos proyectos de cuentos explicados mediante objetos visuales, inspirados en el arte japonés, y que consisten en unas tabletas dibujadas a la manera popular de algunas regiones africanas.

Tomó la palabra luego Teresa Forcada, una maestra que trabajó desde 2005 hasta el 2009 con un grupo de acogida el tema del Duelo Migratorio, en una escuela de El Prat del Llobregat. Titulado el espacio de trabajo “Aula y Vida”, Teresa Forcada nos encandiló a todos contándonos con una concisión extrema y un relato tan transparente como honesto, su experiencia con un grupo de jóvenes que procedían de países diferentes y que vivían el “duelo” de haber dejado familia, amigos y un entorno social complejo y lleno de afectos. El trabajo se focalizó en las marionetas, para lo cual contaron con la ayuda de un titiritero profesional procedente de Colombia. Una experiencia de una profunda humanidad que desveló la singularidad, el rigor y la eficacia de un trabajo hecho desde la cabeza pero también desde las emociones. (ver el blog del proyecto aquí, con imágenes y videos de las representaciones)

Taller Richard Bouchard
Momento del taller impartido por Richard Bouchard. Foto Teia Monner.

A continuación, Jonathan Sánchez nos presentó una teatral y amena ponencia sobre el miedo, que él tituló: “Todos tenemos miedo. ¿Y qué?”. Profesor de la escuela Palau de Palau de Plegamans, Jonathan Sánchez desmenuzó todos los elementos del miedo, explicando cómo éste trabaja y acaba provocando tres tipos de respuesta: la Fuga, el Enfrentamiento y la Parálisis. Nos expuso su experiencia con los alumnos de la escuela, y cómo los títeres permiten encarnar los miedos y ayudan así a poder objetivarlos y, por tanto, a relativizarlos.

Montserrat Capdevila y Teia Monner nos explicaron su experiencia en los talleres con títeres que llevan a cabo en la escuela donde trabajan, con imágenes y algunos videos que fueron muy reveladores de su trabajo. Fue muy interesante constatar como gracias a los títeres, un grupo de niños difíciles y sin ninguna empatía entre ellos, modificó su comportamiento para terminar escenificando una puesta en escena con títeres entrañable y dotada de un notable espíritu de convivencia.

Y, por último, y casi con prisas, pues ya nos habíamos pasado del horario previsto, Ruth Revaliente y Marta Torrico nos expusieron su particular experiencia en los talleres de títeres, también de un gran interés, con imágenes y fotografías de las prácticas efectuadas con sus alumnos.

Titelles Babi
Actuación del grupo Titelles Babi. Foto Teia Monner.

Se puede decir que los resultados de la intensa jornada fueron extraordinarios. La numerosa asistencia -tal vez una sesentena de personas- pudo disfrutar de una serie de ponencias, prácticas y experiencias realizadas en contextos todos ellos muy diferentes entre sí: ​​una mañana teórica que se completó con la práctica de los talleres (a cargo de Gilbert Meyer y Richard Bouchard), y el espectáculo por la tarde (a cargo del grupo Titelles Babi). Una Jornada excitante, realmente fecunda en ideas y conocimientos. Esperamos ya con ganas la próxima cita dentro de dos años.

Todas las ponencias de la Jornada se podrán encontrar en breve en el blog de Teia Monner:
http://titellesieducacio.blogspot.com.es/

Adjuntamos unas fotografías que nos ha enviado Gloria Roig y Giménez sobre la Jornada. Los títeres que aparecen al final y que se han utilizado para la imagen rotativa de la portada, son de la psicóloga Alba Juanola:

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez

Fotos Glòria Roig i Giménez